Cartas

Querido padre Julio:
Hoy te saludo con todas las esperanzas que mañana serás liberado de la acusación que tanto daño te hace, estoy rezando mucho por tí, en este año especial para los sacerdotes y más aún para nosotros los obereños que estamos en oración por nuestro nuevo obispo y nuestra nueva diócesis, por lo cual agrego a dichas novenas y oraciones el pedido de tu libertad. No te conozco personalmente pero es como si lo hiciera, siempre digo que la inocencia es transparente en tus ojos. Creo en tí, te deseo lo mejor y que Jesús el Buen Pastor te guíe siempre y te deje ser sacerdote, que él pueda terminar la obra que un dia comenzó en tí.
Que tengas buen dia. Un gran abrazo.