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Vea una y otra vez esta foto. Un niño rumano que fue abandonado por sus padres en la Argentina.

Tocaba el acordeón entre los autos en los semáforos. Se presentó solito a pedir ayuda al Hogar San José Obrero -Fundación Felices los Niños- en Chacarita hace 10 años y desde entonces está viviendo allí. Estudia, tiene novia, juega en River, tiene una fe con lógicos cuestionamientos adolescentes.

El viernes 15 de mayo

• sólo quiso defender su derecho a ser escuchado,
• sólo quiso defender a la que considera "su familia" y la respuesta de la Justicia que debía velar por sus derechos fue flagelarlo en la espalda como a Jesús.
• Cada garrotazo en la espalda, fue querer convencerlo que ya no tenía sentido ni estudiar, ni soñar con formar una familia, ni jugar al fútbol y menos tener fe porque parecía que Dios, en el que le costaba creer, lo había abandonado.
• Pero no es así. La voz del pueblo que también es la voz de Dios, le gritó ¡DALE, ADELANTE! ¡no te caigas, estamos con vos y con todos los chicos! Sólo queda por decirte: Perdoná a nuestra Argentina crispada y violenta con los niños y adolescentes. Vamos a sanar tus heridas ayudando a cada vez más chicos inmigrantes discriminados por el egocentrismo y la falta de corazón. No le creas a los violentos y seguí por el camino que te enseñó "Felices los Niños".