Oración a
María Madre de los Niños Perseguidos
Por los chicos y chicas del Hogar San José Obrero
Madre Buena: Vos que amás a los pequeños y amparás de una manera particular a los más débiles:
Volvé tu mirada al Hogar que ampara tu esposo San José, Obrero y Padre Providente.
Virgen Peregrina a Belén y desterrada a Egipto: Un nuevo Herodes decretó el exterminio de una familia que vive en nuestra Fundación. Guiá a quienes pueden impedir esta nueva barbarie.
Madre Auxiliadora, vos que en la Batalla de Lepanto cambiaste los vientos para que los enemigos no pudieran hacer daño a tu Iglesia, cambiá los vientos que ayudan a que los malos golpeen sin piedad a tus hijos predilectos: los niños y niñas más pobres y abandonados.
Madre de Don Bosco, Vos que cuidaste el Primer Oratorio Salesiano cuando los malos quisieron destruirlo, cerrarlo y dispersar a los niños allí alojados, evitá que los inocentes que viven, crecen, se educan y sueñan en el Hogar San José Obrero sean secuestrados por el poder del Maligno que enardeció a los que con soberbia sentenciaron el "cruel desalojo de su Casa".
Virgen Poderosa, es hora que nos muestres tu mano firme contra quienes quieren maltratar a tu Obra.
Virgen y Madraza Protectora: apretá fuerte a tu pecho a estos tus hijitos, ahora carne de cañón por parte de quienes los quieren usar para fines espúreos: cuidalos, no los sueltes de tu mano.
Virgen de la Justicia: que los que malos Pastores abandonen a nuestro rebaño y los niños , niñas y adolescentes de Felices los Niños vuelvan a pastar en la sana alegría, la fe esperanzada y el crecer con vocación.
Vigen Dolorosa: Vos nunca hubieras permitido que crucifiquen a Jesús aún siendo niño. Por favor no permitas que nuestros hijos pequeños del Hogar San José Obrero carguen con la Cruz del desarraigo afectivo, la Corona de espinas del estigma mediático, los latigazos de la maledicencia de los que mienten, el vinagre de una dispersión social y familiar, el lanzaso del desliento y la tristeza que apaga la luz de sus rostros llenos de gracia.
Madre Luminosa, Amorosa y Ama de casa: Dale la luz a quienes tienen que tomar o cambiar decisiones , llena de ternura el alma de tus hijos que hoy lloran angustiados y con la seguridad de una madre fuerte deciles: ¡no tengas miedo, estoy a tu lado hijito, estoy de tu lado, amor!
Qué así sea. Confiamos en Vos.
Padre Julio César Grassi
