Opiniones

16/4/2009

La guerra de los mundos en la causa Grassi

El 30 de octubre de 1938, Orson Wells (1915-1985) y el Teatro Mercurio, bajo el sello de la CBS, adaptaron el clásico La guerra de los mundos, novela de ciencia ficción de H.G. Wells, a un guión de radio.

La historia es una extraordinaria adaptación del libro. Los hechos se relataron en forma de noticiario, narrando la caída de meteoritos que posteriormente corresponderían a los contenedores de naves marcianas que derrotarían a las fuerzas norteamericanas usando una especie de "rayo de calor" y gases venenosos. La introducción del programa explicaba que se trataba de una dramatización de la obra de H. G. Wells; en el minuto 40:30 aproximadamente aparecía el segundo mensaje aclaratorio, seguido de la narración en tercera persona de Orson Welles, quince minutos después de la alarma general del país, que llegó a pensar que estaba siendo invadido.

Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey (donde supuestamente se habrían originado los informes). La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos.

La histeria colectiva demostró el poder de los medios de comunicación de masas.

Algo parecido, pero con un costo humano mucho más grande es lo que está sucediendo con el Juicio al Padre Grassi.

Pero vale la pena preguntarnos, ya ni pensando siquiera en el Padre Grassi, que nos está pasando como sociedad. Es muy raro que reclamemos "Justicia" y permanezcamos impávidos frente a tantos y tantos casos de injusticia montados, alimentados y mantenidos por algunos inescrupulosos "intereses" disfrazados de "periodismo" o, lo que es peor aún "investigación periodística", cuando en realidad se trata de una "construcción noticiosa" disfrazada de investigación, con el sólo y único objeto de provocar la "muerte civil" de algún desprevenido e inocente ser humano.

Hoy le toca a Grassi, mañana le puede tocar a usted o a mí. Da lo mismo.

No hace falta siquiera ser abogado (si usted hace una lectura profunda y consciente de todas las constancias del juicio al Padre Grassi) para entender, comprender y visualizar que, lejos de los titulares alarmistas de algunos multimedios, no existe causa alguna para enjuiciar y mucho menos para condenar al mismo.

Lo curioso de todo esto, es que visto desde afuera, como lo estoy viendo, da la sensación (por no decir la seguridad) que el más nervioso, o el único nervioso, es el mimo que acusa y es dueño de toda la mise en scène montada para destruir al Padre Grassi.

No resulta edificante para los valores republicanos, observar como un fiscal juega en los límites de lo legal, el absurdo y lo grotesco para denostar a "su víctima" incluyendo, sin sentido práctico ni jurídico alguno, a todas aquellas personas cercanas al mismo. Casi me animaría a decir que si pudiera, también los acusaría de abuso a todos ellos. Y digo esto porque no puedo verlo de otra forma cuando algo así sucede. O sea, usted puede dudar o tiene derecho a dudar de la culpabilidad del Padre Grassi, cosa que sabemos no es así, pero no puede dudar de la forma en la que se conduce el fiscal de este caso porque la misma es pública, notoria y bizarra en algunos casos.

Mucho menos decoroso es el triste espectáculo protagonizado por el abogado Juan Pablo Gallego [ver Empanada Gallega en Semana Santa en la web de la "Causa Grassi"- JUICIO DÍA 98] al pretender hacer creer (de hecho lo logró en alguna forma) a los periodistas agolpados fuera de la Sala que el juicio se había suspendido porque el Padre Grassi se estaba "peleando a los gritos" con su defensa.

La duda quedó. Nadie podía creer que sea un cuento de Gallego. Y así había sido. Lo de la supuesta pelea era UN TOTAL INVENTO DE JUAN PABLO GALLEGO. Cuando entró se lo contó como una gracia o una travesura al Fiscal Varela y acompañantes quienes se "mataron de risa".

Otra curiosidad que tengo, es cuál es la razón por la que sólo en un diario de la mañana aparecen muchas noticias sobre el juicio mientras que en otros, tan importantes como el primero, sólo aparece alguna mención, a veces con algún título mas importante o directamente nada. ¿Por que será, no?

Toda esta gente que pretende destruir al Padre Grassi, porque no se trata obviamente de hacer justicia, no tiene en cuenta que independientemente de que consiga o no su cometido, SI ha logrado destruir la inocencia, la esperanza, la convicción y la fe de muchos inocentes que, a los ojos de estos poderosos, serán vistos como "un daño colateral" o un "efecto no deseado" de su accionar.

Lo cierto es que hoy por hoy volvemos a ver el poder de algún medio de comunicación al servicio de la mentira o, lo que es peor aún, de su producción, montaje y puesta en escena ignorando abiertamente el principio de la presunción de inocencia del que tanto suele ocuparse cuando es de su conveniencia.

En realidad, la verdad está... siempre estuvo. Sólo hay que saber mirarla y ser muy honestos con nosotros mismos, en el centro de nuestro ser, donde estamos solos, donde nadie nos ve, salvo Dios...

Héctor Patiño-Olaechea
hectorp_o@hotmail.com

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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