Novedades del Juicio

El lunes 2 de marzo inauguró el mes del Debate Oral un testigo que vivió tanto en el Hogar San José Obrero de Chacarita como así también en la Casa San Juan Bosco de Hurlingham, ambas de Fundación Felices los Niños.

Estoy aquí

Se trata de Damián, un joven que tiene ocho hermanos, de los que la mayoría pasaron por la Obra del padre Grassi. Los adolescentes de Chacarita que así lo querían integraban el Grupo Misionero y Damián formó parte de estas evangelizaciones en El Calafate y Santiago del Estero desde que estaba internado en el Hogar de la Ciudad de Buenos Aires. Conoció allí al tercer testigo denunciante (Al)  de la Causa que se le sigue al Padre Grassi. Relató que cuando Al llegó al Hogar de Chacarita tenía características personales que llevaba a que los compañeros lo cargaran. Al llegar interpretaba con entusiasmo el repertorio de Shakira y los muchachos lo “gastaban mal” según relató el testigo. A pesar de eso Damián nunca lo discriminó y con el tiempo llegó a ser buen amigo de Al.

Cambio de hábitos

El denunciante Al había dicho en el Juicio que los adolescentes de Chacarita habían sido trasladados masivamente a los hogares de Hurlingham en el año 2000 por irregularidades en el la Obra de Capital, cosa que desmintió Damián. El cambio de perfil del Hogar San José Obrero (originariamente sólo para varones) se dio en el año 2002 cuando se hizo mixto y los varones más grandes fueron pasados al Hogar Don Bosco de Hurlingham, quedando una población menor a los 12 años en el lugar. Al no lo dijo así. Es así que Damián llegó a Hurlingham al inicio del año escolar 2002 y después de rendir las materias adeudadas en Capital Federal ingresó a primer año del Polimodal Madre Teresa de Calcuta de Felices los Niños, viviendo en la Comunidad de Adolescentes San Juan Bosco. Al ser trasladado Damián también fueron llevados sus hermanos menores para mantener unido al grupo familiar.

Cartas marcadas

Además de relatar sus días en la Fundación Damián reconoció cartas que Al le había enviado, algunas de las cuales le habían molestado porque las vio “desubicadas”. Estas misivas Al también las había reconocido en su declaración acusatoria del 15 de septiembre de 2008 y fueron marcadas de 1 al 5 por el Tribunal. En su interrogatorio el abogado Gallego hablaba de cartas adjudicadas a Al y la Defensa del Padre Grassi lo corrigió diciéndole: “cartas aceptadas por Al”. Damián luego negó que las mismas Al se las entregara para que a su vez él las copiara y se las diera a su novia, las cartas eran para él. Estas misivas fueron acompañadas más de una vez por regalos.

Durmiendo con el enemigo

El denunciante había manifestado que después de haber tenido los problemas que lo llevaron a la denuncia siempre durmió con la luz prendida. Esto fue desmentido por este compañero de pieza quien dijo que en el Hogar eso hubiera significado que se mantuvieran tubos fluorescentes prendidos toda la noche y los pibes no lo hubieran permitido y cuando los fines de semana compartió su pieza en lo de Al tampoco vio que nunca dejara la luz prendida de noche.

Robó, huyó y lo pescaron

Confirmó también el hurto del celular de un compañero (Cacho) que Al había sustraído para regalar a un niño del Hogar con quien tenía una relación posesiva. Esta situación se la había comentado un encargado del Hogar y también el damnificado quien se sintió decepcionado con Al porque lo consideraba un “amigo”.

Hermanos

Respondiendo a una pregunta de la Fiscalía Damián dijo que “en el Hogar, de ser un grupo de pibes de la calle pasaron a ser hermanos. Se querían como hermanos, se sentían familia entre ellos”.

Interés Superior del Niño

El Fiscal Varela le preguntó : -“¿Usted se planteó si la denuncia de Al era verdad?”.

Damián contestó con espontaneidad y de corazón: -“Nunca ví una actitud del Padre Julio Grassi que me despertara sospechas, que me llame la atención en ese sentido. Lo veía al Padre día a día, siempre trabajando y cada vez con más entusiasmo. Siempre buscaba lo mejor para los pibes. Lo primero –remarcó– para él era el pibe. Vos lo veías. Había chicos que rompían los vidrios, despreciaban la comida, y él seguía dándole todo igual que a todos. No echaba a nadie. Le daba pan y casa a todos por igual. Siempre lo veía en la oficina con gente, nunca lo ví en los rincones a solas con un pibe”.

El libro gordo de Petete

Luego llegó el turno del interrogatorio del Dr. Jorge Calcagno Quijano. Muy fuera de lugar, el abogado le pasaba datos que le había aportado un tercero (seguramente Al, a quien representa) pero no preguntando lo que generó un sin fin de reclamos de la Defensa y confusiones para el testigo quien quedaba mirándolo, esperando la pregunta y no que le cuente cosas para que él le respondiera lo que el letrado esperaba  que dijera.  Por ejemplo, el Dr. Calcagno le dijo: -“Ustedes cuando iban a Calafate paraban en Comodoro Rivadavia”. Damián le dijo: -“Nosotros paramos en el lugar donde están los restos de Ceferino Namuncurá “. Calcagno, como si no lo hubiera escuchado siguió: -“Bueno, entonces: ¿Dónde se alojaban en Comodoro?”

El octogenario abogado no quería escuchar que los restos del Beato argentino descansan en Fortín Mercedes, que queda en Pedro Luro, Provincia de Buenos Aires y no en Chubut. (Podría consultar antes un libro de geografia o al pingüinito sabio Petete, si queremos ser más acordes al clima en cuestión).

Bicho de Ciudad

Luego Calcagno le hizo recordar a Damián algo que ayudó a la Defensa del Padre Grassi. Le preguntó: -“¿Recuerda haber ido con Al a un recital de Los Piojos?”

-“Si”, contestó Damián. “Me acuerdo que fuimos y a la vuelta se quedó a dormir en mi casa y a la mañana me dijo al irse que lamentaba comunicarme que la gente de Canal 13 lo estaba persiguiendo a él y que en el recital nos habían sacado fotos a ambos”. Al le había revelado que lo querían convencer para que acusara a Grassi de abuso sexual.

Civilización (o Barbarie)

Calcagno no aflojó con el pequeño Larrouse ilustrado de preguntas preparadas por su pupilo de la A hasta la Z. Siguió, ahora con mal gusto, preguntándole por una hermanita discapacitada que murió en un Instituto cayéndose de un techo, para luego interrogarlo acerca de si el Padre Grassi le ofreció sus abogados para hacer Juicio al Colegio de la pequeña accidentada y fallecida. Damián contestó un simple -“No”. Calcagno insistió: -“¿Y después?”-“Tampoco”, remató Damián.

Luego de las lamentables preguntas de Juan Pablo Gallego Damián fue interrogado por los Jueces y los demás apoderados de los Particulares Damnificados con las más diversas preguntas y a todas contestó con coherencia, en un lenguaje llano y transpirando sinceridad.

Alegato inesperado

En un momento dejó a todos petrificados cuando manifestó:
-“Si hay que esperar que la Tele haga un programa escandaloso para que la Justicia haga una investigación ¿qué clase de justicia tenemos?. Si la justicia de verdad tenía algo contra el Padre Grassi ¿por qué no actuó antes?,  ¿por qué esperó este show televisivo para después aparecer a, supuestamente, defendernos. A nosotros los chicos de la Fundación nos abusó Canal 13, nos abusaron y nos dejaron muy mal. Había camioneros que pasaban por la Fundación y nos gritaban “Andá que te chupe la p…el Padre Grassi” Y sufríamos y ninguno de ustedes hicieron nada. Nadie de ustedes fue a buscar a Pettinato porque se burló de nosotros cuando dijo que el Padre Grassi se comía los pebetes…¡LOS PEBETES  ERAMOS NOSTROS! Y nadie fue y le dijo: Pettinato, callate porque le estás haciendo mal a los pibes...Al enano que hacía de mini Grassi y aparecía comiéndose un pebete tampoco le dijeron nada … ningún chico de la Fundación tuvo derechos humanos…no se les respetaron los Derechos del Niño que proclamaban por otro lado. Se cerraron un montón de Hogares, los Juzgados sacaron un montón de pibes dándoles una beca que no les sirvió para nada porque casi todos lo pibes que egresaron volvieron a la calle. A mi hermana Andrea la egresaron con una beca y esa “gran beca” nunca la pudo cobrar. A mi me la ofrecieron acá en el Juzgado de Morón (Dra. Cecilia Drago) y me dijo la Jueza - Andate del Hogar Don Bosco-  y yo le dije que no porque aquí estoy bien y es mi casa…si no hubiera quedado en la calle como tantos pibes que ahora aparecen de nuevo por la Fundación.”

- “Eso a nadie le importó”, culminó Damián emocionado.