Novedades del Juicio

9/2/2009

Fuente: J U I C I O   D I A   7 1

Sinopsis del septuagésimo primer día


El lunes 9 de febrero declaró un solo testigo en el Juicio Oral que se sigue al Padre Grassi. Se trata de Diego, un joven de 28 años que viviera en la Fundación Felices los Niños desde el año 1997 hasta el 2002.


Testimonio de vida en la Fundación

Manifestó que jamás escuchó a un compañero hablar mal del Padre Julio Grassi. Ante múltiples preguntas al respecto reafirmó varias veces que el trato del Padre Grassi era ecuánime para con todos los chicos, que no había preferidos y que él se sintió valorado para poder ser él mismo, ocupar su lugar en la Fundación y proyectar una vocación hacia el futuro.


Betty, la fea... actitud

Diego relató que el último año de su estadía en la Fundación estaba buscando un trabajo y que la Panadera Amalia Castro (Betty) se comprometió a ayudarlo. Un par de meses después lo llamó para darle la buena noticia: tenía que presentarse ese mismo día en la calle Kiernan de Villa Tesei, que allí una amiga de nombre Irene lo estaba esperando para darle el trabajo que esperaba. Para Diego fue una gran oportunidad y le agradeció con un abrazo a la cuestionada señora quien al estilo del cuento Blancanieves le estaba dando una manzana envenenada. “Te conseguí un remise para que vayas más rápido”, le agregó la Panadera. Interiormente Diego vio que la limosna era grande y santamente comenzó a desconfiar, pero fue.


La trampera

Cuando llegó al lugar lo esperaba doña Irene en la puerta de la casa. Se presentó y dijo llamarse Irene Bais. La señora entró junto a Diego a la casa donde lo esperaba el otro oferente laboral quien dijo llamarse Miguel, al que luego Diego reconociera como Miguel Jonquera (periodista del Diario de Morón y hasta la fecha colaborador de Carlos De Elía.) “Sentate ahí”, le dijeron, señalándole una silla en la cabecera de la mesa. Lo pusieron en el lugar indicado para hacerle una cámara oculta. Diego se sentó inocentemente para que le comenzaran a dar vueltas con temas a los que él no había sido convocado. Comenzaron mostrándole recortes de periódicos que hablaban de los sacerdotes acusados de abusos en Estados Unidos. Diego no entendía que tenía que ver eso con una propuesta laboral. Luego le dijeron que en la Argentina se estaban dando casos, para terminar diciéndole que había una denuncia que involucraba al Padre Grassi. Evidentemente esto era mentira: lo hacían para que Diego se anime a contarle si había abusos en la Fundación. Lo presionaron emocionalmente usando el mismo método de los interrogatorios de la Dictadura donde a los entrevistados se les hacía un lavado de cerebro con falsas informaciones para generar confusión en su mente y obtener información a la vez inducida por ellos mismos. Diego negó que hubiera abusos en la Fundación por parte del Padre Grassi ni de ningún integrante de la misma. Ante la negativa, los “periodistas” le dijeron que cuatro chicos (en realidad ya eran mayores de edad) según ellos “habían sufrido ataques sexuales por el sacerdote”. Diego, que ya estaba perdiendo la paciencia, les dijo que si era así que “hicieran la denuncia”. Justamente los nombrados eran los cuatro jóvenes presentados por Telenoche Investiga en su primer programa, quienes negaron ser víctimas.


No nos dejes caer en la tentación:

Creyendo que Diego era sobornable le ofrecieron vivir en otro Hogar (Ruca Hueney de la Fraternidad) donde ya habían mandado a vivir a otro denunciante. Diego les contestó que él “no quería salir de un Hogar para entrar a otro”. Luego le ofrecieron dinero, cosa que Diego rechazó, sintiéndose sobornado. El joven, de una sola pieza, terminó reclamándoles que él se sentía defraudado porque vino entusiasmado para conseguir un trabajo y le salieron con otra cosa totalmente distinta. Mientras se iba, indignado, los investigadores de la decadencia, tras ofrecerle plata, le dieron un papel con la dirección del Diario de Morón, con los nombres de Miguel Jonquera e Irene Bais. Para finalizar le pidieron que no se lo dijera a nadie, muy especialmente a Betty, la Panadera, ya que ella “no sabía nada de esto”. Esta forma de captación inmoral por parte de los periodistas que armaron la causa contra el Padre Grassi no mereció hasta ahora ningún reproche judicial a pesar de las múltiples denuncias en su contra.


Pan duro de digerir

Diego volvió a la Fundación y fue al encuentro de la Panadera y le reprochó: ¿Dónde me mandó? Ella le dijo que no sabía nada pero que se olvide, para luego clavarle la mirada como dos berlinesas con pastelera preguntándole inquisidora: “Pero Diego, decime la verdad: ¿el Padre nunca te manoseó?”, a lo que Diego respondió “¡NUNCA!” aún más indignado y sorprendido por semejante atrevimiento en preguntar a boca de jarro tamaña aberración. La Cámara Oculta realizada a Diego por Telenoche Investiga no fue aportada a la justicia porque, según el informe presentado por el abogado Novillo Linares de Canal 13, fue destruida.

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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