Opiniones

14/1/2009

COMIENZA TU TERCER TIEMPO
No te angusties en tiempo de adversidad
(Eclesiástico 2)
por el Padre Julio César Grassi


Cuando el dolor se hace presente en la vida de una persona a través de una enfermedad grave y repentina hace que toda la familia, todos los amigos estén rápidamente a su alrededor, acompañando la espera en la puerta de la terapia intensiva, en sala de espera de la Clínica u Hospital que lo atiende...y el enfermo siente "la compañía que alivia y da fuerza"... ESE ES EL PRIMER TIEMPO, es el más alentador en medio del horror de la prueba.

Pero en esta sociedad con mentalidad de "banda ancha" queremos que todo se resuelva "rápido" y no aguantamos ni siquiera la recuperación lenta de un enfermo, que requiere meses, a veces años, a veces "toda la vida"... Es así que los postrados cuya dolencia se prolonga largamente en el tiempo empiezan a sufrir los desgarros de las ausencias de sus seres "queridos" y de quienes se cansan de esperar y aún deben soportar escuchar de ellos: "que se cure o se muera", "pero que se defina"... esto dicho con el pretexto que el internado no sufra, pero encierra muchas veces un gran egoísmo: ESTOY CANSADO DE TENERLE LA VELA A ESTE INMOVIL... ESTE ES EL SEGUNDO TIEMPO, el peor y más torturante de todos los acontecimientos: uno cree que esa multitud siempre va a estar a su lado y, poco a poco se van "borrando", se van "despegando", mientras que el alma del que sufre se asfixia por falta de cariño. Si al lector le resulta duro leer esto, piense cuánto más duro le resulta a quien está postrado. El enfermo ya no ve más que un par de samaritanas que estoicamente lo acompañan hasta "lo que sea", "lo que Dios quiera", "sin condiciones", "sin intereses", con el "solo interés del amor", de la caridad. El internado encuentra su nueva e inevitable Cruz, la de la soledad y... ¡cuánto hace falta ayudar a llevar este pesado madero a tantos hermanos que en silencio o al ritmo ruidoso de un respirador luchan por ser en esta tierra y sólo esperan sentir a su lado el ritmo vital de un corazón que lata a su lado y acaricie sus llagas!.

Y esto no pasa solamente con el dolor repentino de una enfermedad sino también con el dolor de una inesperada caída económica que hace desestabilizar los bienes de una Empresa, pequeña o grande, y allí al principio todos reman para salir adelante hasta que el desaliento, herramienta predilecta del Diablo, hace que haya gente que piense maliciosamente y trate de llevarse "algo" aunque sea por izquierda provocando nuevos huecos que hacer peligrar el barco que corre peligro de hundirse. Y es así que el emprendedor que llevaba adelante su PYME o comercio tenga que ver a un amigo o compañero firmar una Carta Documento hablándole de una manera cruel y formal, en un momento en que esperaba encontrar una palmada en la espalda y buenas ideas para salir adelante.

También la familia se resiente y quienes eran beneficiarios de los frutos de la empresa empiezan a sentir la tentación de "dudar" de la culpabilidad de quien no se supo desempeñar para "batallar el temporal". Y no quieren creer en procesos lentos de recuperación y terminan proponiendo soluciones rápidas para cortar lo que queda como un bizcochuelo y destruir la esperanza de un mañana.

Las crisis tienen la dura prueba del segundo tiempo, que es: el del desánimo de los demás, del cansancio de los incondicionales, del silencio de los buenos que debieran hacerse sentir, de los que se quedan sentados en el camino y no pueden acompañarte más, de los que ya les da vergüenza caminar a tu lado, de los que juegan hasta a formar parte de las filas de tu adversario o enemigo... Ese es el segundo tiempo... ¡Ese no es tu tiempo!

El tercer tiempo:

Cuando el enfermo, el perseguido, el empobrecido, el injustamente procesado y hasta encarcelado decide SEGUIR comienza su tiempo, su tercer tiempo, el alargue que nadie esperaba, que le pertenece a él, a Dios, a los Samaritanos y a los Cireneos. Ese tercer tiempo está cargado de torrenciales chaparrones con granizo y uno avanza desprotegido, pero AVANZA, VA HACIA ADELANTE, en busca DE LA SALIDA, SEGURO DE SU RECUPERACION y, aunque consciente de que NADA SERA IGUAL no mira para atrás y está seguro que el presente le pertenece y está fabricando su propio futuro que hasta PUEDE SER MEJOR... ¿POR QUE NO?. Los pronosticadores y analistas siguen o no con sus informes pero el DUEÑO DEL TERCER TIEMPO lucha solitario con su propio interior ante todo para NO BAJAR LOS BRAZOS, para no mirar hacia abajo y enterrarse, sino para mirar HACIA ARRIBA Y ELEVARSE.

A todos los que de una manera u otra sufren: ¡les auguro de todo corazón UN TERCER TIEMPO!




Comparto ahora con ustedes de la Biblia, el libro del Eclesiástico, capítulo 2 donde el Señor nos advierte que SI LO AMAMOS, nos preparemos para la prueba Y...CONFIATE A EL Y EL A SU VEZ TE CUIDARÁ.



Eclesiástico 2:1-11

1Hijo, si te decides a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba.

2Endereza tu corazón, manténte firme, y no te aceleres en la hora de la adversidad.

3Adhiérete a Él, no te separes, para que seas exaltado en tus postrimerías.

4Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y en los reveses de tu humillación sé paciente.

5Porque en el fuego se purifica el oro, y los aceptos a Dios en el horno de la humillación.

6Confíate a Él, y Él, a su vez, te cuidará, endereza tus caminos y espera en Él.

7Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia, y no os desviéis, para no caer.

8Los que teméis al Señor, confiaos a Él, y no os faltará la recompensa.

9Los que teméis al Señor, esperad bienes, contento eterno y misericordia.

10Mirad a las generaciones de antaño y ved: ¿Quién se confió al Señor y quedó confundido? ¿Quién perseveró en su temor y quedó abandonado? ¿Quién le invocó y fue desatendido?

11Que el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en la hora de la tribulación.

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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