Fuente: Infobae
Habló el Padre Grassi
El sacerdote, entrevistado en C5N, habló sobre la causa que enfrenta por abuso de menores. Durante el reportaje, sereno por momentos y por otros afligido, dijo que es inocente y contó cómo es el día a día en su vida.
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"Me cuesta mucho esta carga injusta, este balde de ácido que tiraron sobre mi persona. Esto es peor que pegarte un tiro. Esto te lleva a un infierno en vida, a un purgatorio en vida", señaló el padre Grassi, quien tiene abiertas tres causas en su contra, todas por abuso sexual y corrupción de menores, agravada por su condición de cuidador de los niños en la Fundación que presidía.
Durante la entrevista, el sacerdote destacó: "Tengo todas las pruebas para demostrar que es mentira (que abusé de menores) – y dijo – Las pericias dicen que no tengo personalidad de abusador, que no soy homosexual, ni siquiera pedófilo".
Al ser consultado sobre de qué se arrepiente, el religioso titubeó, pero terminó diciendo: "Quizás de no haber previsto, de haber realizado algunos temas, como el concurso con Susana (Giménez), de eso me arrepiento. Me arrepiento de haber tenido confianza en personas que no tendría que haber confiado".
Sereno en su forma de hablar, pero golpeado por la situación que le toca vivir, Grassi afirmó, en relación a los sonados casos de abuso de menores por parte de religiosos: "Mi equivocación es mi equivocación, pero el sacerdocio no lleva a la equivocación".
Más adentrado en el aspecto personal, en cómo lleva el día a día con una carga tan pesada en su espalda, el sacerdote, un hombre dedicado a los niños y acusado por abusar de ellos, dijo: "Nunca pensé en suicidarme, lo que sí sé que, en un principio, pensé que no me lo podía bancar, pensé que no lo iba a aguantar".
"No quería vivir, pero no quería matarme tampoco. Pero me duró hasta pocos minutos, porque tuve mucha gente alrededor", agregó.
Al borde del llanto
"A veces lloro por la impotencia, porque me resulta muy dura esta andanada de mentiras, de injusticias, porque cuando estoy solo es cuando más me ocurre eso", confesó el sacerdote.
A su vez, contó que "el dolor está y es muy profundo". "No encuentro momentos donde tengo total reposo y paz, siempre tengo presente este dolor", aclaró.
Lo que espera del juicio
"Espero que los jueces estén abiertos a ver toda la realidad, espero justicia, espero ser absuelto y terminar con esta persecución injusta (…) Que me dejen trabajar por lo que yo quiero, por el bien de los chicos carenciados", concluyó.
