Fuente: AICA
Hay una feroz campaña de grupos ideológicos contra la Iglesia
Corrientes, 12 Feb. 07 (AICA)
El arzobispo de Corrientes, monseñor Domingo Castagna, advirtió sobre una campaña “pública y feroz desatada por grupos ideológicos, unidos por comportamientos abiertamente amorales, contra la Iglesia Católica", la que es considerada “el enemigo número uno del proyecto que se pretende imponer a quienes desean responder a los valores espirituales del Evangelio propuesto por ella”.
Tras recordar que “es un deber de conciencia insistir en el proyecto evangélico y reclamar su correcta interpretación. Lo hace el Magisterio de la misma Iglesia, siempre alerta a los desafíos que le presenta la hora”, reconoció que “uno de los grandes motivos de desaliento es la ridiculización a que es sometido – dicho Magisterio - en los medios más sofisticados de la comunicación”.
“No se produce, como debiera, un examen honesto de la doctrina propuesta. Desde el adversario, que es un verdadero enemigo, se intenta el descrédito mediante la fabulación y la calumnia. La lucha, mediáticamente desigual, se vuelve despiadada”, subrayó en su alocución semanal.
El prelado aseguró que “causan un doloroso estremecimiento los relatos de lo ocurrido en algunos “foros de la mujer” en ciudades como Mendoza y Jujuy”, como también “los insultos y blasfemias perpetrados en algunas iglesias o sinagogas. Las pintadas allí exhibidas no respetan los signos más sagrados de la fe (judía, musulmana o católica)”.
“¿Qué ocurre con este mundo que ha perdido el sentido de lo sagrado o, al menos, del sagrado derecho que tienen las personas de profesar sin disimulos la propia fe religiosa? Hace cincuenta años otra era la situación social de los hombres y mujeres creyentes ¿Cuáles son las causas de tal cambio? ¿Ha aflorado por fin lo que venía gestándose subterráneamente? Pero ¿a qué responden esas causas?”, preguntó.
Por último, monseñor Castagna estimó que “no existe un único culpable para inmolarlo como chivo expiatorio de todos los errores. Las culpas están repartidas y será saludable que nadie juzgue a nadie y, en cambio, que todos se hagan responsables de su propia participación en el mal común”.+ Texto completo de la homilía
