Fuente: Clarín
UNA ESTRELLA EN PROBLEMAS: EL USO DE LA LINEA SOLIDARIA
La Justicia también podría investigar al padre Grassi
Una fuente del juzgado reveló que el presidente de la fundación Felices los Niños podría ser partícipe en el caso de estafa, donde investigan a Hard Communication
El sacerdote dijo que se siente víctima
La Justicia podría investigar al sacerdote Julio César Grassi por considerarlo partícipe necesario de una presunta estafa y de evasión fiscal en el uso de una línea solidaria para colectas de bien público.El sacerdote autorizó a la empresa Hard Communication para que utilizara el nombre de la fundación que preside, Felices los Niños, en la explotación de un número 0-939. La empresa, de la que es socio Jorge Rodríguez, el novio de Susana Giménez, está siendo investigada por iniciativa del juez penal Facundo Cubas, que sospecha maniobras fraudulentas. El principal perjudicado es la fe pública, consideró el juez. Al llamar al número 0-939-1-2222, la gente creía que estaba donando el valor de la llamada a la fundación de Grassi, cuando la mayor parte de ese dinero (el 81 por ciento de cada llamado solidario) se lo llevaba Hard Communication. Hoy se designarán nuevos jueces para continuar con la investigación iniciada por Cubas. Sin embargo la causa se desdoblará en dos: por un lado la posible estafa, que se estudiará en un juzgado de instrucción; por otro, la presunta evasión tributaria, que se analizará en un juzgado en lo penal económico. Es posible que el sacerdote también sea investigado -aseguró una fuente consultada por Clarín-. Se sospecha que Grassi podría haber sido partícipe necesario de la maniobra: Hard Communication cobraba porque la fundación que él encabeza le dio el poder para usar la línea telefónica. Concretamente, la Justicia en lo Penal Económico intentará determinar si el 0-939-1-2222 pagaba el IVA correspondiente al amplio porcentaje comercial de la donación telefónica y el impuesto a las Ganancias. Lo único que sabemos es que pagaban el impuesto a los premios, admitió la fuente consultada. Para el juez Cubas, Grassi sería una víctima de la situación. Pero de todas formas en ámbitos judiciales se preguntaban ayer: ¿Qué hubiera pasado si la fundación Felices los Niños recibía lo que realmente le correspondía? Seguramente todo este asunto no hubiera saltado aunque, de todos modos, la confianza pública se habría violado igual. Consultado el padre Grassi por Clarín acerca de las nuevas sospechas judiciales, respondió: Por ahora sólo somos una parte protagonista de todo este asunto, porque recibimos un beneficio. Pero si más adelante se descubre que no nos liquidaron lo que habíamos convenido, entonces nos convertiríamos en víctimas.
