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16/8/1998

Fuente: Clarín

UNA ESTRELLA EN APUROS: LINEA BENEFICA
Investigan al novio de Susana por presuntas estafa y evasión

Un juez penal cree que la empresa de Jorge Rodríguez, su actual pareja, usó ilícitamente en su beneficio un sistema de donaciones
  • Lo habría hecho con las llamadas de la gente al programa de TV de Susana
  • La empresa que patrocina los concursos telefónicos en el programa televisivo de Susana Giménez será investigada a pedido de un juez por posibles estafas. Se cree que Hard Communication -entre los dueños está Jorge Rodríguez, actual pareja de la diva- se habría aprovechado de una fundación para hacer un negocio y evasión tributaria. El juez dijo que el principal perjudicado es la fe pública, porque la gente suponía que estaba haciendo una donación y su sospecha es que el mayor porcentaje se lo llevó la empresa. Susana habló ayer con Clarín desde Miami, donde está emitiendo su programa de tevé: No puede ser que tenga que salir a aclarar mi transparencia, que es algo que tuve siempre. Me indigna. Creo que se pasaron de rosca y estoy harta de que me quieran despedazar. Se están metiendo con mi credibilidad que es lo más importante que tengo. La investigación comenzó con la denuncia de una abogada, Raquel Jaskelson, porque en su factura telefónica aparecían llamadas a un número 0939, que ella aseguró no haber realizado. El caso, en el que intervino el juez penal Facundo Cubas, se resolvió cuando la empresa Telecom reconoció su error y le reintegró a Jaskelson el dinero facturado incorrectamente. Pero durante esa investigación el juez sospechó de otras irregularidades. Ante la presunción de que la empresa estaba utilizando el 0939 para su propio lucro y no para favorecer a la entidad de bien público (como establecen las normas) citó a declarar, en mayo pasado, al responsable de la fundación que se beneficiaba con los llamados, el padre Julio César Grassi.

    Beneficios mutuos

    El padre Grassi había firmado un acuerdo con Hard Communication por el número 0-939-1-2222. El trato era simple: la gente llamaba al programa de Susana Giménez para participar en concursos telefónicos y, a la vez, donaba dinero para la fundación Felices los Niños, de Grassi.Las dos partes se favorecían. Hard Communication porque, hasta el año pasado, sólo podía cobrar tres pesos por llamada por medio de una línea benéfica (en lugar de los 0,45 peso más IVA, que le corresponderían por un 0-600). Y Grassi porque reunía fondos para su fundación. El nexo entre Hard Communication y Grassi fue la empresa Telinfor, que opera técnicamente este tipo de líneas. El problema se presentó a la hora de llegar a un acuerdo sobre los porcentajes. Me hicieron la propuesta de un 19 por ciento de las ganancias y me dijeron que estimaban que iban a ser unos 200 mil pesos. Pero no acepté. Después vino Jorge Rodríguez en persona para aumentarme la oferta, contó a Clarín el padre Grassi. Finalmente acordaron que la fundación se quedaría con un 7 por ciento de las ganancias brutas. Grassi recibió 20.000 pesos por mes entre octubre y mayo a modo de adelanto. Después, le pagaron 240.000, con lo cual sumó 400.000 pesos en total. Sin embargo, le aseguraron que ésa no era la liquidación total y descubrió que le habían hecho descuentos que, según él, no figuraban en el contrato. El juez Cubas, en tanto, sospechó que la fundación recibió menos dinero porque la empresa presentó gastos inexistentes, como la publicidad institucional del programa de Susana en Telefé. A pedido del juez, se hicieron allanamientos en Hard Communication, Telecom y Telinfor. La división Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal secuestró en esos procedimientos contratos y documentos que hicieron pensar al juez que se estaría estafando a la gente que llamó, a la fundación Felices los Niños, y que se estaría ante una evasión tributaria, ya que Hard Communication se habría escudado en la figura de entidad de bien público para no pagar impuestos, a pesar de quedarse con la mayor parte de las ganancias. Ante estas dudas, el juez solicitó a la Cámara que se designen nuevos jueces para seguir investigando el caso. Una llamada telefónica que no brinda aclaración es una maniobra que induce al engaño, dice el juez en su fallo y después agrega: No es contra ellos (Grassi) que se puede levantar el dedo acusador, por más que se los vea utilizados en forma penosa. Pero reitero, el principal perjudicado por estas actitudes es la fe pública.

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    E N C U E S T A
    Padre Grassi:
    ¿Inocente o culpable?




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