En febrero de 1998, el juez Cubas empieza a investigar si Hard Communication le pagó a Felices los Niños lo que le correspondía por el concurso Su Llamado.
Cuando comienza a avanzar el caso, el fiscal Niklison pide que se llame a Susana a indagatoria, a los directivos de Telefé y a los de Hard C.
En agosto, Susana recibe a Grassi en su programa. Le pregunta: ¿Qué quiere, padre? ¿Un Sheraton?.
Días después, el juez rechaza el pedido del fiscal. Pero al mes siguiente, la Cámara del Crimen le ordena que siga investigando.
Entre fines de septiembre y comienzos de octubre, Cubas allana Telefé, Hard C. y Telinfor.
El caso parece explotar hacia fines del año pasado, cuando Grassi declara ante Cubas que tampoco le pagaron los llamados que se hicieron a través de canal 4 de Montevideo.
En febrero de 1999, los abogados del cura y de Hard C. firman un pacto: una donación de Susana a cambio de que él no insista en sus reclamos y no inicie una demanda civil.
Tras distintas medidas, como una pericia contable, Cubas decide ahora llamar a todos a indagatoria.
