Fuente: Clarín
UNA ESTRELLA EN PROBLEMAS: EN FEBRERO SE ENTERO DE QUE QUERIAN PAGARLE DE MENOS
El padre Grassi y una carta que le provocó sospechas
El padre Julio Grassi todavía guarda una carta que nunca firmó. Según recordó ayer -en una conversación con Clarín-, Grassi recibió esa carta en febrero, de manos de Jorge Rodríguez, pareja de Susana Gimenez y directivo de Hard Communication. La carta estaba escrita por representantes de la empresa y dirigida al entonces Secretario de Desarrollo Social, Eduardo Amadeo. Pero Grassi también debía firmarla, porque era su fundación la que, en teoría, se beneficiaba con el concurso telefónico Su Llamado que se llevó a cabo durante 1997. Curiosamente, el documento estaba preparado para que, con sólo firmarlo, el responsable de la Fundación Felices los Niños le expresara a Amadeo su absoluta conformidad con el modo en que la empresa cumplía con el contrato. Sin embargo, fue a través de esa carta que Grassi se enteró de que Hard Communication quería pagarle 400 mil pesos y no 1.400.000, como él calculaba. El rol de la conductora. Grassi también comentó: Me sentiría muy mal si Susana hubiese ganado un millón y medio de pesos como cachet del concurso Su Llamado de 1997. En el contrato que yo firmé con Hard Communication, Susana no aparecía, enfatizó Grassi. Según recuerda, los únicos gastos que había que deducir de la recaudación eran el siete por ciento para Telinfor, el dos y medio por ciento para la Secretaría de Desarrollo Social, dos millones y medio de pesos para publicidad y un máximo de 6,5 millones para premios. Pero nos costó mucho obtener la justificación de los gastos que nos presentaron en la liquidación. Tuvimos inconvenientes para ver la documentación. No nos entregaron ningún documento original. Sólo recibimos fotocopias y páginas de computadora, explicó Grassi. Según el sacerdote, el único modo que podría tener la empresa para justificar un eventual cachet de Susana Giménez sería a través de los gastos de publicidad. Grassi explicó que lo recaudado por su Fundación se destina a las obras que están construyendo en Hurlingham, donde viven 240 chicos y otros 800 concurren habitualmente. Desde que estalló el escándalo, Grassi se declaró arrepentido por haber firmado el contrato el año pasado con Hard Communication.
