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21/11/2002

Fuente: ambitoweb - Edición 752

El Padre Grassi quedó en libertad

El sacerdote Julio César Grassi quedó esta mañana en libertad aunque bajo ciertas restricciones, al ser procesado sin prisión preventiva en la causa en que se lo investiga por presunto abuso deshonesto de menores.

La jueza de Morón Mónica López Osornio resolvió procesar al cura católico, pero lo dejó en libertad bajo la condición de que en sus eventuales visitas a la Fundación Felices los Niños concurra acompañado por una persona autorizada por el tribunal.

El abogado Jorge Sandro, uno de sus defensores, explicó que la magistrada impuso como condiciones para la liberación que el sacerdote "fije un domicilio" y que sus visitas a la fundación se hagan con un límite horario (hasta las 18.30) y en compañía de una persona autorizada por el tribunal.

El letrado definió esta modalidad como "coerción especial atenuada", al enumerar las "restricciones" que tendrá Grassi para movilizarse en tanto se desarrolla el proceso en su contra.

Sandro comentó que, en una primera lectura que hizo al fallo de López Osorio, "hay objeciones serias a la actuación de la fiscalía", que tuvo fuerte intervención en el arresto del cura y había solicitado su prisión preventiva.

"La jueza hizo notar que las denuncias que dan lugar al proceso se refieren a hechos que habrían tenido lugar hace más de cuatro años, lo que denota, a juicio de ella siempre, que hay un comportamiento ulterior no puesto en tela de juicio" que habilita dejarlo en libertad, explicó Sandro.

"Estamos satisfechos con la libertad que se ha dispuesto, pero vamos a apelar el punto del fallo que se refiere a la sospecha sobre los delitos denunciados", se entusiasmó Sandro.

El letrado evaluó, además, que "si no hay motivos para que la jueza revoque las condiciones de su libertad, el padre (Grassi) va a continuar en libertad hasta el término del juicio".

También señaló que "mientras no haya otras condiciones favorables, no va a haber peritaje" sobre las facultades psiquiátricas del sacerdote.

En su complicada salida de los tribunales, Grassi volvió a rechazar los cargos en su contra y prometió que, "al final del proceso", pedirá "justicia para todos los que dañaron la fundación, pero con caridad, sin venganza y sin rencor".

Además, agradeció "a Dios" y a quienes lo custodiaron durante su detención" y comentó que en las próximas horas planeaba concurrir a la fundación "para abrazar a todos los chicos y decirles gracias".

"No hay lugar para el maltrato y el abuso a los chicos; simplemente hay una entrega total y absoluta para que no haya hambre en los chicos más necesitados, para que los chicos de la calle estén bien asistidos.Por ellos me entregué todo y también tengo que vivir esta cruz por ellos", destacó.

Sobre la jueza que ordenó su liberación, opinó que "es una persona extraordinaria y entendió" la posición esgrimida por su defensa.

El cura prometió en adelante "seguir trabajando por los chicos más necesitados" y para que se pueda "demostrar plenamente" su inocencia.

Acerca de las denuncias en su contra, consideró que todo el proceso es "una gran equivocación, una gran mentira, una gran injusticia".

Tras salir el tribunal, el sacerdote concurrió a la Delegación Departamental de Investigaciones de Morón, desde donde hoy mismo planeaba visitar la fundación.

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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