Opiniones

30/11/2006

Galimberti
¿La punta del ovillo?

En 1997 el Padre Grassi recibió de Carlos Banfi de Telinfor la propuesta de tener un número telefónico solidario en el programa televisivo de Susana Giménez. En el mismo una parte iría para la Fundación Felices los Niños y la otra para gastos y la productora. Mientras el sacerdote Fundador de Felices los Niños recaudaba poco dinero en un número que promovía "donde buenamente le permitían", en el programa de Susana tenía la posibilidad de recaudar mucho más a pesar de los descuentos y comisiones. La gente de Telinfor trajo a la empresa Hard Communication S.A., la que era presidida por Jorge Born (titular de la empresa de alimentos Molinos). Esto le dio al evento credibilidad y la posibilidad de ser algo muy importante para la Fundación.

Al principio los interlocutores eran dos miembros del Directorio de Hard: Engells y Quirno con el abogado Lococo. Posteriormente apareció Jorge Rodríguez quien agilizó la firma del Convenio y fue quien más discutió con el Padre Grassi el tema de los porcentajes a favor de Felices los Niños. El Padre Grassi supo de la presencia de Rodolfo Galimbreti en la Empresa tres meses después de firmado el Convenio y ya habiendo terminado el Concurso Solidario. Todo esto ocurría en 1997.

En el año 1998 se debía terminar de abonar los fondos recaudados y la expectativa de la Fundación era mayor de lo que se le estaba entregando. La denuncia de una señora a la que le habían aparecido más llamadas que las que ella había realizado de su teléfono hizo que un Juzgado de Capital Federal interviniera y llamara a declarar a todos, inclusive al Padre Grassi. El Juez supo que Hard Communication debía aún pagar sumas reclamadas por el presbítero y llevó la investigación a otro lado: ver si habían estafado a la Fundación. Si bien el Padre Julio Grassi nunca se hizo eco de la denuncia judicial, sí reclamó a la Empresa lo que él aspiraba para los niños de la Obra.

Esto llevó a que las relaciones con los miembros de la empresa fueran fluctuantes. En Agosto de 1998 se desató un escándalo mediático y Susana Giménez invitó al sacerdote a su programa de TV para aclarar todo. Cuando Susana le preguntó cuánto le faltaba para terminar la Obra, el Padre (casi con la ilusión que ella le dijera que lo ayudaría) le contestó que serían $600.000, y para sorpresa de todos Susana le respondió: "-¿Pero Padre, que quiere hacer: un Sheraton?" Esto hizo que mediáticamente Susana recibiera muchos cuestionamientos y la frase quedara para la posteridad. Lo que pasó ese año fue un enfriamiento en la relación del Padre Grassi con la Empresa Hard Communication y el canal de televisión Telefé.

Hacia fin de año retomaron el diálogo y el mismo Galimberti visitó en tres ocasiones al sacerdote (Navidad, Año Nuevo y Reyes) para conciliar. Al principio, en Navidad, llegó entre lágrimas pidiendo que ponga fin a este conflicto, para luego entrar en el campo de la negociación concreta. En Año Nuevo fue más retórico, contó detalles de su pasado y sus ganas de volver a sus ideales de trabajar por los pobres. Le dijo al Padre Grassi que él le había dicho a los muchachos lo que decía el General Perón "-La carne de cura es indigesta" , por lo que los invitaba a no meterse en contra de la Iglesia. En la última reunión ya parecía un Comandante en batalla y quería que YA se llegue a un acuerdo. Y así fue en ese año 1999 después de cruce de Cartas Documento, reuniones de hasta 9 horas, idas y venidas de abogados y contadores se llegó a un acuerdo y el Padre Grassi no reclamó más. Susana Giménez hizo la donación de lo que faltaba para construiir la Obra y se firmó la paz.

Pero la Justicia igualmente envió a los miembros de Hard Comunication a Juicio Oral, cosa que llevó a un conflicto con el Padre Grassi ya que no esperaban tener que vivir ese escarnio procesal. En esto la Fundación no tuvo nada que ver. Lamentablemente la desconfianza ensombreció la relación.

Sorprendentemente apareció en el 2001 el libro Galimberti en el que, en lo que concierne al padre Grassi, sorprende leer lo que aqui se dice como un antecedente de lo que luego fue la Causa Judicial en su contra y despierta interrogantes que el lector sabrá o no contestarse. Esta es la razón por la que transcribimos parte del libro que puede contener "la punta del ovillo" del injusto proceso contra el Padre Julio César Grassi.

Extracto del libro Galimberti (De Perón a Susana, de Montoneros a la CIA)
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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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