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6/2/2004

Fuente: InfoExtra

El testigo reservado del caso Grassi y una rara estadía en Paraná

Investigación de Pablo Urrutia y Lucas Carrasco.

El testigo protegido del caso Luis Grassi -el cura menemista acusado de abuso de menores-, estuvo en el hotel Apart Urquiza de Paraná, y hubiese pasado inadvertido de no ser por un suceso con ribetes cinematográficos, en que actuaron la policía, empleados del hotel, un psiquitra de Concordia y hasta el gobernador.

La falta de seriedad de la justicia en la Argentina, llega a extremos que rozan con la locura. A quién se le ocurriría dejar solo al testigo protegido del caso que conmocionó a la Argentina, más cuando este está bajo tratamiento psiquiátrico por problemas de adicción a las drogas. Esto sucedió en Paraná, Infoextra pudo corroborar los datos que ocasionalmente llegaron a nuestra mesa de trabajo, y que constituyen una nota que tendrá alcance nacional.

"Parecía un pibe normal, durante la semana que estuvo aquí y todos los días salía con su bicicleta", relató un empleado del Hotel Apart Urquiza. Se trata del testigo protegido de la causa Luis Grassi -el cura acusado de abuso de menores-, que estuvo en ese hotel por poco más de una semana. La habitación fue reservada por una prima del joven de alrededor de 20 años, y era abonada todos los días. Nada hacía sospechar a quienes allí trabajan, hasta que el joven se desgració en público. El último día de su estadía, llegó al hotel "totalmente pasado", nos dijo otro empleado, el que le abrió la puerta, refiriéndose al estado narcótico en que se encontraba el muchacho. Esto fué afirmado también por los policías de la comisaría segunda, quienes tuvieron que intervenir en la situación. que por momentos se tornó incontrolable, pues al muchacho no lo dejaron ingresar a su habitación, y a los gritos comenzó a pedir por el gerente del hotel, quien llegó enseguida. Algunas personas alojadas en el lugar, comenzaron a alterarse por el escándalo que estaba haciendo el muchacho, eran las tres de la mañana, nos aseguró un agente que estuvo en el procedimiento. El escándalo fue tal que desde el hotel pidieron la presencia policial. A los gritos decía que "ustedes no saben quién soy yo, mañana me voy a presentar con el juez", nos relató uno de los clientes del hotel, desvelado por el acontecimiento. Finalmente los empleados ingresaron a la habitación del muchacho, para alcanzarle las cosas, y se encontraron con un cuadro muy particular. En la habitación había tabletas de pastillas vacías, luego pudimos averiguar que eran Ribotril, un antidepresivo que puede ser usado como narcótico mezclado con alcohol u otras drogas, como los cigarrillos de marihuana, que también se encontraron en su habitación. Las pastillas pueden ser parte del tratamineto psiquiátrico en que estaba el joven, a cargo del psiquiatra Enrique Stola. Pero la cantidad de pastillas que este muchacho había ingerido, nunca pueden ser parte de un tratamiento médico. Calculando la cantidad de pastillas que faltaban en las tabletas que se encontraron por toda la habitación, uno de los empleados que fue testigo de aquel cuadro, nos dijo que había ingerido más de 100 pastillas en poco más de una semana de estadía. Otro descubrimiento grave, convenció a los encargados del hotel de que el muchacho no podía seguir alojado allí: se había olvidado la llave del gas abierta y por providencia no voló la habitación. El muchacho estaba solo en su estadía, y no es difícil imaginar que podría haberle sucedido algo muy grave, incluso terminar muerto. Los agentes de la comisaría segunda, llegaron al lugar alertados por el encargado del hotel y procedieron a detener al muchacho, quien ofrecía resistencia y a los gritos decía que al otro día se presentaría en el hotel acompañado por un juez. "Pedía hablar con el senador Puchulo", nos comentó uno de los testigos, y daba datos y otros nombres, que en su momento no preocuparon mucho a los empleados que allí se encontraban. Pero los dichos de este muchacho tuvieron otra relevancia para nosotros. En la comisaría segunda pudimos corroborar la entrada de este muchacho, y uno de los policías nos dió los nombres y apellido que figuraban en la cédula de identidad del jóven, que por razones obvias no daremos a conocer. Cuando le preguntamos al agente si sabía que se trataba del testigo protegido de la causa Luis Grassi, se mostró sorprendido y luego bajo la cabeza, como pensativo.Puchulu es el apellido del periodista y asesor del gobernador de la Provincia, Jorge Busti. El gobernador Jorge Busti dió un salto en su silla, cuando recibió el llamado que le informaba de lo acontecido. Off de record, pudimos saber que habría sido el mismo gobernador quien ordenó sacar inmediátamente de la provincia al muchacho de 20 años, testigo protegido que comprometió al padre Luis Cesar Grassi, uno de los protegidos del menemismo y sus aliados mediáticos como radio 10 y canal 9, quienes se empeñaron en su defensa, en tanto el Multimedios Clarín, que había hecho público el escándalo del abuso sexual a través del programa telenoche investiga de canal 13, fue más cauto en el tratamiento de los ribetes judiciales de la causa. El testigo reservado fue llevado por un patrullero de la pol{icia provincial hasta las puertas del Hotel Paraná, dónde se negaron a recibirlo. Finalmente, el muchacho partió de la provincia con destino incierto. Al otro día, la prima del jóven fue a pagar la cuenta en los Apartamentos Urquiza, pidió disculpas y se fue. Así terminó la estadía del testigo protegido, que sólo estuvo alojado más de una semana en Apart Urquiza, y que por lo que pudimos averiguar y aquí relatamos, la estadía podría haber terminado en tragedia. 

Por Lucas Carrasco (lucascarrasco@infoextradigital.com.ar) para InfoExtra

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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