Opiniones

1/7/2006

El Caso Padre Grassi y el "efecto post TV traumático"

Uno se pregunta ¿Qué pasa con el Juicio al Padre Grassi?

Y lo que debiéramos distinguir es que no se trata slo de un Juicio. Esto no nació en el terreno judicial, sino en el de "la Tele".

Quien no transitó el mundo de los Medios de Comunicación no puede llegar a comprender "solo como televidente" que pasa allí adentro y que pasa dentro de uno cuando ingresa en ellos.

Uno cuando ve la tele contempla a verdaderos "Demiurgos -buenos y malos- como personajes que forman parte de un Olimpo Griego resucitado al que se venera y al que "algunos quieren pertenecer para intercambiar con esas divinidades gloriosas del mundo del Espectáculo". Divas, divos, dioses de la risa, del llanto o la belleza: se admira o "venera" a cada uno según sus ideales o necesidades interiores.

En la tele lo estético va de la mano de lo real y muchas veces "lo real se subordina a lo estético".

En la tele se debe ser muy claros, y es por eso que se muestra con espíritu "maniqueo" lo bueno y lo malo, los buenos y los malos, en un claroscuro que vive en las novelas, los documentales y los noticieros.

Las personas que hablan en la tele tienen una ventaja sobre quien habla en otros sitios: en su código, en su ambiente: siempre tienen la razón.

Si vos prendés la tele: atenete a las consecuencias: vos aceptás escuchar a alguien que tiene otros parámetros de la verdad, del bien y la justicia.

La tele es una voz que no puede ser interrupida aunque no estés de acuerdo: siempre dará su palabra por encima de tus sentimientos e intuiciones.Aunque le grites o la insultes: sigue en la suya, fría como una pantalla.

Quienes entran en ella comienzan a poseer estos "dones supremos" que les permiten presentarse a la sociedad como "sabios en la materia que sean profesionales", "decentes en el estilo de vida que hayan elegido", "divertidos en el tipo de humor que a ellos haga reir", "veraces en las noticias que den", "jueces con rostro de piedra, imparciales como un dios y seguros de toda palabra que salga de su boca"...

La tele pone, a quien ingresa en ella, su pie en una altura que hace que muchos los vean y admiren, crean, quieran, tengan en casa... y sean saludados en las calles y en las plazas...

El atractivo de la tele obnuvila, enceguece, apasiona y mueve a querer más y más.

Ahora bien: ¿qué pasó en la Causa Grassi con la tele?

La atracción fatal sufrida por los primeros testigos (empleados echados o en conflicto con la Fundación) que para vengarse del Padre Grassi fueron a llevar unos anónimos para "que la Tele los investigue" ya que dudaban de la Justicia. Al principio no querían dar la cara: sólo bastaba poder usar la pantalla mágica para ver sufrir en vivo y en directo a su odiado adversario. A la hora de ponerse en sombras sintieron que asumían un riesgo pero se sintieron protegidos por Gigantes (con pies de barro), que no los dejarían trastabillar. A la vez la Tele que de noche Investiga , trató de encontrar un testigo que diga: - A mi me pasó ! Y este "don" o "doña" no aparecía. Se desesperaban porque el producto estaba practicamente vendido a empresas a las que meses antes anunciaron el "programa bomba": Una inescrupulosa investigadora dijo a un joven que debía dar la cara él porque así, otros, que verdaderamente habrían sido abusados, se animarían a denunciarlo. Después él se podría liberar de todo y el caso se resolvería sin molestarlo. No fue así y hasta hoy lo tienen " a él solo" como protagonista de una novela de terror en la participa como convidado de piedra.

La realidad fue por otros carriles.

El Fiscal Máximo de Morón, Federico Nieva Woodgate, apareció reiteradas veces erguido, con una sensación de ser él el protagonista de esta Investigación aunque en realidad respondía al libreto que la Tele le había dado. Daba conferencias de prensa, pontificaba por radio y televisión haciendo gala de su sabiduría y enciclopedismo. Se sentía "el Fiscal de la Tele", "el héroe que derribaba un mito", el nuevo símbolo de la Justicia ciega y sorda. Ciego y sordo también con la realidad toleró que se rompieran las declaraciones que le favorecían al Padre Grassi y sintiéndose protegido por los "telepibes del 13" cometió todo tipo de irregularidades y anomalías. La tele lo hizo enardecer, enojarse con sus subordinados y equivocarse... La tele lo sacó de sus responsabilidaes cotidianas y le dedicó tiempo y espacio a campañas de prensa contra el Padre Grassi coordinadas con Clarín. El trato era tan fluido con la tele que los abogados defensores del sacerdote veían las declaraciones judiciales antes en Canal 13 que en el expediente. Pasó más de una vez que se presentaban a la Fiscalía para ver testimoniales, les negaban y a partir de las 20 hs: Telenoche las mostraba en exclusivo. Este Fiscal nunca pensó en su vida que iba a afirmar lo que se animó a decir en la tele acerca de un imputado, y en este caso del Padre Grassi: -¡Va rumbo al cadalso!. Así provocaba una sonrisa de satisfacción en el dueño de su conciencia judicial: la dirección de noticias de la tele.

El efecto post TV traumático se vio también reflejado en la aparición del inefable abogado Juan Pablo Gallego quien desde un principio -en la tele- tergiversó todas las actuaciones judiciales, mintió datos de la causa, inventó situaciones que nunca existieron y "le escribió a Canal 13 el Diario de Irigoyen", es decir: le dijo lo que Canal 13 quería escuchar y así lo publicaron. Papelón trás papelón judicial no mellaba la actitud del 13 ya que lo que importaba era decir cosas negativas contra el que llamaban con rabia: "cura". Pero la Causa Judicial iba por otros carriles aunque "Gallego y asociados" decían lo contrario. Tanto hablaron que mucha gente creía que el Padre Grassi estaba preso, porque los copetes de todas las noticias decian: "Grassi más complicado", "duro revés contra Grassi", etc.

La tele hizo que el abogado del "Comité de Defensa de Derechos del Niño" (Gallego) hiciera involucrar al Presidenta, Sra. de Carlotto, en un camino audaz de exabruptos y mentiras contra el sacerdote a quien prejuzgaba en los Medios especialmente yendo así contra el principio básico por el que lucho toda su vida: ante una acusación juicio y no sentencia antes de un juicio.

Con la presencia de la tele, en una Conferencia de Prensa, Carlotto insultó en Junio al Padre Grassi, lo que provocó asombro en muchas personas que no conocían esa faceta de su personalidad y en muchas, decepción, por la actitud a la que la mayoría consideró desubicada.

La tele logró que el debate sea pura provocación, recordatorio del viejo programa de Telenoche Investiga y un Proceso paralelo al de la Justicia.

Los que se montaron al Proceso mediático creen que el Padre Grassi no tiene salvación.

Los que siguen de cerca la Causa saben que es inocente. Ante esto, los de la Tele encontraron un "viejo pretexto" y es que la Justicia, sospechada siempre de corrupta, pudo haberse vendido al mejor postor por lo que si lo absuelven: algo raro pasó: y, que el "cura" quede sospechado de por vida.

Pero se encontraron con buenos abogados que trabajan la causa y no prenden la tele... Los de la tele no pudieron sostener más a los falsos testigos que se agotaron de actuar en esta tira... Y finalmente tuvieron enfrente a un sacerdote que, muy cabeza dura, no hizo caso a la operación de prensa y siguió adelante con la Fundación y no se deprimió sino que por el contrario "profundizó sus raíces en la fe, la esperanza y la caridad", para que su vida estuviera firme frente a la tempestad que lo azota.

La tele provocó como un mundo irreal alrededor de esta "novela de mal gusto contra el Padre Grassi", la realidad se impuso a las puertas de Juicio Oral y es por eso que "ordenaron a los Fiscales que PAREN EL JUICIO REAL":

- Mándenlo para adelante, queremos seguir juzgando desde la tele: no lo saquen al cura de acá: van casi cuatro años de condena mediática y merece más...

Una vez lograda la "postergación del juicio oral" comenzaron nuevamente con las operaciones de prensa cotidianas, hasta llegar, quien sabe en que galaxia, al Tribunal que comprenda el Mundo y la Etica de la tele y lo condene al Padre Grassi porque la tele lo manda:

Esa tele que primero lo castigó, depués lo condenó y ahora espera un Juicio que avale todo lo actuado.

Cuando éramos chicos en algunas Capillas rezaba un cartel: Dios te ve.

Hoy, en la mente de muchas personas reza otro: Dios TV.

Que asi no sea !

Serafín Dominguez

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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