Opiniones

13/5/2010

El “Tercer Secreto de Fátima” no habla de pedofilia

El martes 11 de mayo a partir del mediodía TN y los flashes de Canal 13 anunciaban con títulos catástrofe y a los gritos: “La pedofilia de los curas es el tercer secreto de Fátima”... “lo reveló hoy el Papa”, remataban.

Para empezar vamos a reproducir el facsímile de lo escrito por Sor Lucía, la Pastorcita de Fátima y la traducción en el sitio oficial del Vaticano en la que “para nada se habla de pedofilia y menos aun de sacerdotes pecadores”. Nombra a los sacerdotes y Obispos como “mártires”.

Aquí el texto:

TERCERA PARTE DEL « SECRETO »
(texto original)
Original de Sor Lucía, Hoja 1 de 4
Original de Sor Lucía, Pag. 1 de 4

Original de Sor Lucía, Hoja 2 de 4
Original de Sor Lucía, Pag. 2 de 4

Original de Sor Lucía, Hoja 3 de 4
Original de Sor Lucía, Pag. 3 de 4

Original de Sor Lucía, Hoja 4 de 4
Original de Sor Lucía, Pag. 4 de 4

(Traducción)

« J.M.J.

Tercera parte del secreto revelado el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria-Fátima.

Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía.

Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: «algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un Obispo vestido de Blanco «hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios.

Tuy-3-1-1944 ».

Como verá el lector de “Causa Grassi” en este tercer mensaje, con abundante simbología, si algo queda claro es que “en nada se imputa al clero” sino más bien se ve a una Iglesia perseguida bien al estilo del comunismo que llevó, por ejemplo a la muerte al recordado padre Jerzy Popieluszko, sacerdote y mártir, símbolo de Polonia y de Europa, asesinado por el régimen comunista, el que será beatificado el domingo 6 de junio próximo, a las 11, en la Plaza Mariscal Josef Pilsudski, en Varsovia.

El Papa peregrina a Fátima
Periodistas retuercen las noticiasy ensucian a la Virgen
El Papa peregrina a Fátima
Periodistas retuercen las noticias
y ensucian a la Virgen
Y si algo faltaba a esta Campaña contra la Iglesia es que traten de usar a la Virgen María para sus objetivos siniestros. Naturalmente el medio de comunicación social que en la Argentina largó en primera fila fue el Grupo Clarín a través de su herramienta predilecta para ese fin: Canal 13, en su sector noticias. Todo tiene su origen en el viaje de Benedicto XVI a Lisboa para celebrar el 13 de Mayo la Fiesta de la Virgen de Fátima. En el avión, varios periodistas, como suele suceder, le pidieron una Conferencia de Prensa y él accedió. Según ANSA, fuente de la tendenciosa información de Clarín y cómplices, en su Último Momento tituló:
“Benedicto XVI: Secreto de Fátima anunció sufrimiento”

Hasta ahí todo bien. Luego, la agencia internacional narraba los orígenes del misterio de este tercer secreto: “El tercer secreto de Fátima es uno de los mensajes que, según la tradición católica, la Virgen entregó bajo forma de visiones a tres pastorcillos ante los cuales se apareció el 13 de mayo de 1917 en la Cueva de Iria de esa localidad portuguesa.”

Y continuaba la Agencia recordando que el Tercer secreto ya se había revelado totalmente hace diez años por Juan Pablo Segundo:

“El contenido del tercer secreto fue difundido sólo en 2000 por el entonces papa Juan Pablo II, poniendo fin a una serie de especulaciones que circularon durante decenios sobre sus presuntas profecías.

La visión narrada por los pastorcillos habla de un ángel con una espada de fuego que grita "¬Penitencia, Penitencia, Penitencia!" a la humanidad y un obispo vestido de blanco ("hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre"), que junto a otros religiosos, escalaba una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran cruz de madera.

En la visión el Papa cruzaba una gran ciudad medio en ruinas, con paso vacilante, y una vez arrodillado al pie de la cruz encima de la montaña era asesinado por "un grupo de soldados", que luego mataban a todos quienes le acompañaban, cuya sangre era recogida por ángeles, que la usaban regar las almas que intentan acercarse a Dios”.

Según ANSA “La Iglesia nunca ofreció una interpretación oficial del tercer secreto, interpretado generalmente como una visión de las tribulaciones que está llamada a sufrir para cumplir con su misión evangelizadora”.

Se ve que ANSA no leyó la página oficial del Vaticano desde donde nos dan la interpretación -ante todo solicitada por el Papa Juan Pablo II a Sor Lucía- en el año 2000. A continuación mostramos la copia de la carta del Papa y su traducción:

CARTA DE JUAN PABLO II
A SOR LUCÍA
(texto original)
Carta de S. S. Juan Pablo II a Sor Lucía, Pag. 1 de 2
Carta de S. S. Juan Pablo II a Sor Lucía, Pag. 1 de 2

Carta de S. S. Juan Pablo II a Sor Lucía, Pag. 2 de 2
Carta de S. S. Juan Pablo II a Sor Lucía, Pag. 2 de 2

(Traducción)

Reverenda Sor
María Lucía
Convento de Coimbra

En el júbilo de las fiestas pascuales, le presento el augurio de Cristo Resucitado a sus discípulos: « ¡la paz esté contigo! » Tendré el gusto de poder encontrarme con Usted en el tan esperado día de la beatificación de Francisco y Jacinta que, si Dios quiere, beatificaré el próximo 13 de mayo.

Sin embargo, teniendo en cuenta que ese día no habrá tiempo para un coloquio, sino sólo para un breve saludo, he encargado ex profeso a Su Excelencia Monseñor Tarcisio Bertone, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que vaya a hablar con Usted. Se trata de la Congregación que colabora más estrechamente con el Papa para la defensa de la fe católica y que ha conservado desde 1957, como Usted sabe, su carta manuscrita que contiene la tercera parte del secreto revelado el 13 de julio de 1917 en la Cueva de Iria, Fátima.

Monseñor Bertone, acompañado del Obispo de Leiria, su Excelencia Monseñor Serafim de Sousa Ferreira e Silva, va en mi nombre para hacerle algunas preguntas sobre la interpretación de la « tercera parte del secreto ».

Reverenda Sor Lucía, puede hablar abierta y sinceramente a Monseñor Bertone, que me referirá sus respuestas directamente a mí.

Ruego ardientemente a la Madre del Resucitado por Usted, por la Comunidad de Coimbra y por toda la Iglesia.

María, Madre de la humanidad peregrina, nos mantenga siempre estrechamente unidos a Jesús, su amado Hijo y Hermano nuestro, Señor de la vida y de la gloria.

Con una especial Bendición Apostólica.

JUAN PABLO II

Vaticano, 19 de abril de 2000.

Y el Vaticano, ordenadamente, después de haber publicado la carta del Papa a Lucía donde le dice que envía al Cardenal Bertone a pedirle la correcta interpretación de ese Mensaje, publica los detalles del encuentro y la interpretación que, de la principal fuente, se le debe dar al tercer secreto de la Virgen de Fátima:

COLOQUIO
CON SOR MARÍA LUCÍA DE JESÚS
Y DEL INMACULADO CORAZÓN

La cita de Sor Lucía con Su Excia. Mons. Tarcisio Bertone, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargado por el Santo Padre, y de Su Excia. Mons. Serafim de Sousa Ferreira e Silva, Obispo de Leiria-Fátima, tuvo lugar el pasado jueves 27 de abril en el Carmelo de Santa Teresa de Coimbra.

Sor Lucía estaba lúcida y serena; estaba muy contenta del viaje del Papa a Fátima para la beatificación, que ella tanto esperaba, de Francisco y Jacinta.

El Obispo de Leiria-Fátima leyó la carta autógrafa del Santo Padre que explicaba los motivos de la visita. Sor Lucía se sintió honrada y la releyó personalmente, teniéndola en sus propias manos. Dijo estar dispuesta a responder francamente a todas las preguntas.

Llegados a este punto, Su Excia. Mons. Tarcisio Bertone le presentó dos sobres, uno externo y otro dentro con la carta que contenía la tercera parte del «secreto» de Fátima, y ella dijo inmediatamente, tocándola con los dedos: «es mi carta»; y después, leyéndola: «es mi letra».

Con la ayuda del Obispo de Leiria-Fátima, se leyó e interpretó el texto original, que está en portugués. Sor Lucía estuvo de acuerdo en la interpretación según la cual la tercera parte del secreto consiste en una visión profética comparable a las de la historia sagrada. Reiteró su convicción de que la visión de Fátima se refiere sobre todo a la lucha del comunismo ateo contra la Iglesia y los cristianos, y describe el inmenso sufrimiento de las víctimas de la fe en el siglo XX.

A la pregunta: «El personaje principal de la visión, ¿es el Papa?», Sor Lucía respondió de inmediato que sí y recuerda que los tres pastorcitos estaban muy apenados por el sufrimiento del Papa y Jacinta repetía: «Coitandinho do Santo Padre, tenho muita pena dos peccadores!» («¡Pobrecito el Santo Padre, me da mucha pena de los pecadores!»). Sor Lucía continúa: «Nosotros no sabíamos el nombre del Papa, la Señora no nos ha dicho el nombre del Papa, no sabíamos si era Benedicto XV o Pío XII o Pablo VI o Juan Pablo II, pero era el Papa que sufría y nos hacía sufrir también a nosotros».

Por lo que se refiere al pasaje sobre el obispo vestido de blanco, esto es, el Santo Padre —como se dieron cuenta inmediatamente los pastorcitos durante la “visión”—, que es herido de muerte y cae por tierra, Sor Lucía está completamente de acuerdo con la afirmación del Papa: «una mano materna guió la trayectoria de la bala, y el Papa agonizante se detuvo en el umbral de la muerte» (Juan Pablo II, Meditación desde el Policlínico Gemelli a los Obispos italianos, 13 de mayo de 1994).

Puesto que Sor Lucía, antes de entregar al entonces Obispo de Leiria-Fátima el sobre lacrado que contenía la tercera parte del «secreto», había escrito en el sobre exterior que sólo podía ser abierto después de 1960, por el Patriarca de Lisboa o por el Obispo de Leiria, Su Excia. Mons. Bertone le preguntó: «¿por qué la fecha tope de 1960? ¿Ha sido la Virgen quien ha indicado esa fecha?» Sor Lucía respondió: «no ha sido la Señora, sino yo la que ha puesto la fecha de 1960, porque según mi intuición, antes de 1960 no se hubiera entendido, se habría comprendido sólo después. Ahora se puede entender mejor. Yo he escrito lo que he visto, no me corresponde a mí la interpretación, sino al Papa».

Finalmente, se mencionó el manuscrito no publicado que Sor Lucía ha preparado como respuesta a tantas cartas de devotos de la Virgen y de peregrinos. La obra lleva el título «Os apelos da Mensagen da Fatima» y recoge pensamientos y reflexiones que expresan sus sentimientos y su límpida y simple espiritualidad, en clave catequética y parenética. Se le preguntó si le gustaría que la publicaran, y ha respondido: «Si el Santo Padre está de acuerdo, me encantaría, si no, obedezco a lo que decida el Santo Padre». Sor Lucía desea someter el texto a la aprobación de la Autoridad eclesiástica, y tiene la esperanza de poder contribuir con su escrito a guiar a los hombres y mujeres de buena voluntad por el camino que conduce a Dios, última meta de toda esperanza humana.

El coloquio se concluyó con un intercambio de rosarios: a Sor Lucía se le dio el que le había regalado el Santo Padre y ella, a su vez, entrega algunos rosarios confeccionados por ella personalmente.

La bendición impartida en nombre del Santo Padre concluyó el encuentro.


Claro que la publicación del Vaticano acerca del tercer secreto de Fátima a continuación da la interpretación de este enigma religioso a través de Juan Pablo II, justamente desde Fátima, en Portugal. El Secretario de Estado Vaticano Angelo Sodano emitió el comunicado con la reflexión y doctrina papal que ahora transcribimos:


COMUNICADO DE SU EMINENCIA
EL CARD. ANGELO SODANO
SECRETARIO DE ESTADO DE SU SANTIDAD

Al final de la solemne Concelebración Eucarística presidida por Juan Pablo II en Fátima, el Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, ha pronunciado en portugués las palabras que aquí reproducimos en traducción española.

Hermanos y hermanas en el Señor:

Al concluir esta solemne celebración, siento el deber de presentar a nuestro amado Santo Padre Juan Pablo II la felicitación más cordial, en nombre de todos los presentes, por su próximo 80° cumpleaños, agradeciéndole su valioso ministerio pastoral en favor de toda la Santa Iglesia de Dios.

En la solemne circunstancia de su venida a Fátima, el Sumo Pontífice me ha encargado daros un anuncio. Como es sabido, el objetivo de su venida a Fátima ha sido la beatificación de los dos “pastorinhos”. Sin embargo, quiere atribuir también a esta peregrinación suya el valor de un renovado gesto de gratitud hacia la Virgen por la protección que le ha dispensado durante estos años de pontificado. Es una protección que parece que guarde relación también con la llamada “tercera parte” del secreto de Fátima.

Este texto es una visión profética comparable a la de la Sagrada Escritura, que no describe con sentido fotográfico los detalles de los acontecimientos futuros, sino que sintetiza y condensa sobre un mismo fondo hechos que se prolongan en el tiempo en una sucesión y con una duración no precisadas. Por tanto, la clave del lectura del texto ha de ser de carácter simbólico.

La visión de Fátima tiene que ver sobre todo con la lucha de los sistemas ateos contra la Iglesia y los cristianos, y describe el inmenso sufrimiento de los testigos de la fe del último siglo del segundo milenio. Es un interminable Via Crucis dirigido por los Papas del Siglo XX.

Según la interpretación de los pastorinhos, interpretación confirmada recientemente por Sor Lucia, el «Obispo vestido de blanco» que ora por todos los fieles es el Papa. También él, caminando con fatiga hacia la Cruz entre los cadáveres de los martirizados (obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y numerosos laicos), cae a tierra como muerto, bajo los disparos de arma de fuego.

Después del atentado del 13 de mayo de 1981, a Su Santidad le pareció claro que había sido «una mano materna quien guió la trayectoria de la bala», permitiendo al «Papa agonizante» que se detuviera «en el umbral de la muerte» (Juan Pablo II, Meditación desde el Policlínico Gemelli a los Obispos italianos, en: Insegnamenti, vol. XVII1, 1994, p. 1061). Con ocasión de una visita a Roma del entonces Obispo de Leiria-Fátima, el Papa decidió entregarle la bala, que quedó en el jeep después del atentado, para que se custodiase en el Santuario. Por iniciativa del Obispo, la misma fue después engarzada en la corona de la imagen de la Virgen de Fátima.

Los sucesivos acontecimientos del año 1989 han llevado, tanto en la Unión Soviética como en numerosos Países del Este, a la caída del régimen comunista que propugnaba el ateísmo. También por esto el Sumo Pontífice le está agradecido a la Virgen desde lo profundo del corazón. Sin embargo, en otras partes del mundo los ataques contra la Iglesia y los cristianos, con la carga de sufrimiento que conllevan, desgraciadamente no han cesado. Aunque las vicisitudes a las que se refiere la tercera parte del secreto de Fátima parecen ya pertenecer al pasado, la llamada de la Virgen a la conversión y a la penitencia, pronunciada al inicio del siglo XX, conserva todavía hoy una estimulante actualidad. « La Señora del mensaje parecía leer con una perspicacia especial los signos de los tiempos, los signos de nuestro tiempo... La invitación insistente de María santísima a la penitencia es la manifestación de su solicitud materna por el destino de la familia humana, necesitada de conversión y perdón » (Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo 1997, n. 1, en: Insegnamenti, vol. XIX2, 1996, p. 561).

Para permitir que los fieles reciban mejor el mensaje de la Virgen de Fátima, el Papa ha confiado a la Congregación para la Doctrina de la Fe la tarea de hacer pública la tercera parte del « secreto », después de haber preparado un oportuno comentario.

Hermanos y hermanas, agradecemos a la Virgen de Fátima su protección. A su materna intercesión confiamos la Iglesia del Tercer Milenio.

Sub tuum praesidium confugimus, Santa Dei Genetrix! Intercede pro Ecclesia. Intercede pro Papa nostro Ioanne Paulo II. Amen.

Fátima, 13 de mayo de 2000.

Y en ese mismo año el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, hace una “reflexión teológica” que el Vaticano publica y que podemos afirmar es la “oficial”, a la que debemos recurrir con seriedad. Transcribimos lo escrito por el actual Papa Benedicto XVI acerca del Tercer Secreto de Fátima:

COMENTARIO TEOLÓGICO (fragmento)

Un intento de interpretación del secreto de Fátima

Llegamos así, finalmente, a la tercera parte del «secreto» de Fátima publicado íntegramente aquí por primera vez. Como se desprende de la documentación precedente, la interpretación que el Cardenal Sodano ha dado en su texto del 13 de mayo, había sido presentada anteriormente a Sor Lucia en persona. A este respecto, Sor Lucia ha observado en primer lugar que a ella misma se le dio la visión, no su interpretación. La interpretación, decía, no es competencia del vidente, sino de la Iglesia. Ella, sin embargo, después de la lectura del texto, ha dicho que esta interpretación correspondía a lo que ella había experimentado y que, por su parte, reconocía dicha interpretación como correcta. En lo que sigue, pues, se podrá sólo intentar dar un fundamento más profundo a dicha interpretación a partir de los criterios hasta ahora desarrollados.

Como palabra clave de la primera y de la segunda parte del «secreto» hemos descubierto la de «salvar las almas», así como la palabra clave de este «secreto» es el triple grito: «¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!». Viene a la mente el comienzo del Evangelio: «paenitemini et credite evangelio» (Mc 1,15). Comprender los signos de los tiempos significa comprender la urgencia de la penitencia, de la conversión y de la fe. Esta es la respuesta adecuada al momento histórico, que se caracteriza por grandes peligros y que serán descritos en las imágenes sucesivas. Me permito insertar aquí un recuerdo personal: en una conversación conmigo Sor Lucia me dijo que le resultaba cada vez más claro que el objetivo de todas las apariciones era el de hacer crecer siempre más en la fe, en la esperanza y en la caridad. Todo el resto era sólo para conducir a esto.

Examinemos ahora más de cerca cada imagen. El ángel con la espada de fuego a la derecha de la Madre de Dios recuerda imágenes análogas en el Apocalipsis. Representa la amenaza del juicio que incumbe sobre el mundo. La perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego. La visión muestra después la fuerza que se opone al poder de destrucción: el esplendor de la Madre de Dios, y proveniente siempre de él, la llamada a la penitencia. De ese modo se subraya la importancia de la libertad del hombre: el futuro no está determinado de un modo inmutable, y la imagen que los niños vieron, no es una película anticipada del futuro, de la cual nada podría cambiarse. Toda la visión tiene lugar en realidad sólo para llamar la atención sobre la libertad y para dirigirla en una dirección positiva. El sentido de la visión no es el de mostrar una película sobre el futuro ya fijado de forma irremediable. Su sentido es exactamente el contrario, el de movilizar las fuerzas del cambio hacia el bien. Por eso están totalmente fuera de lugar las explicaciones fatalísticas del «secreto» que, por ejemplo, dicen que el atentador del 13 de mayo de 1981 habría sido en definitiva un instrumento del plan divino guiado por la Providencia y que, por tanto, no habría actuado libremente, así como otras ideas semejantes que circulan. La visión habla más bien de los peligros y del camino para salvarse de los mismos.

Las siguientes frases del texto muestran una vez más muy claramente el carácter simbólico de la visión: Dios permanece el inconmensurable y la luz que supera todas nuestras visiones. Las personas humanas aparecen como en un espejo. Debemos tener siempre presente esta limitación interna de la visión, cuyos confines están aquí indicados visivamente. El futuro se muestra sólo « como en un espejo de manera confusa » (cf. 1 Co 13,12). Tomemos ahora en consideración cada una de las imágenes que siguen en el texto del « secreto ». El lugar de la acción aparece descrito con tres símbolos: una montaña escarpada, una grande ciudad medio en ruinas y, finalmente, una gran cruz de troncos rústicos. Montaña y ciudad simbolizan el lugar de la historia humana: la historia como costosa subida hacia lo alto, la historia como lugar de la humana creatividad y de la convivencia, pero al mismo tiempo como lugar de las destrucciones, en las cuales el hombre destruye la obra de su propio trabajo. La ciudad puede ser el lugar de comunión y de progreso, pero también el lugar del peligro y de la amenaza más extrema. Sobre la montaña está la cruz, meta y punto de orientación de la historia. En la cruz la destrucción se transforma en salvación; se levanta como signo de la miseria de la historia y como promesa para la misma.

Aparecen después aquí personas humanas: el Obispo vestido de blanco («hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre»), otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y, finalmente, hombres y mujeres de todas las clases y estratos sociales. El Papa parece que precede a los otros, temblando y sufriendo por todos los horrores que lo rodean. No sólo las casas de la ciudad están medio en ruinas, sino que su camino pasa en medio de los cuerpos de los muertos. El camino de la Iglesia se describe así como un viacrucis, como camino en un tiempo de violencia, de destrucciones y de persecuciones. Se puede ver representada en esta imagen la historia de todo un siglo. Del mismo modo que los lugares de la tierra están sintéticamente representados en las dos imágenes de la montaña y de la ciudad y están orientados hacia la cruz, también los tiempos son presentados de forma compacta. En la visión podemos reconocer el siglo pasado como siglo de los mártires, como siglo de los sufrimientos y de las persecuciones contra la Iglesia, como el siglo de las guerras mundiales y de muchas guerras locales que han llenado toda su segunda mitad y han hecho experimentar nuevas formas de crueldad. En el «espejo» de esta visión vemos pasar a los testigos de la fe de decenios. A este respecto, parece oportuno mencionar una frase de la carta que Sor Lucia escribió al Santo Padre el 12 de mayo de 1982: «la tercera parte del “secreto” se refiere a las palabras de Nuestra Señora: “Si no (Rusia) diseminará sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán destruidas”».

En el viacrucis de este siglo, la figura del Papa tiene un papel especial. En su fatigoso subir a la montaña podemos encontrar indicados con seguridad juntos diversos Papas, que empezando por Pío X hasta el Papa actual han compartido los sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar entre ellas por el camino que lleva a la cruz. En la visión también el Papa es matado en el camino de los mártires. ¿No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del « secreto », reconocer en él su propio destino? Había estado muy cerca de las puertas de la muerte y él mismo explicó el haberse salvado, con las siguientes palabras: «...fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte » (13 de mayo de 1994). Que una «mano materna» haya desviado la bala mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones.

La conclusión del «secreto» recuerda imágenes que Lucía puede haber visto en libros de piedad y cuyo contenido deriva de antiguas intuiciones de fe. Es una visión consoladora, que quiere hacer maleable por el poder salvador de Dios una historia de sangre y lágrimas. Los ángeles recogen bajo los brazos de la cruz la sangre de los mártires y riegan con ella las almas que se acercan a Dios. La sangre de Cristo y la sangre de los mártires están aquí consideradas juntas: la sangre de los mártires fluye de los brazos de la cruz. Su martirio se lleva a cabo de manera solidaria con la pasión de Cristo y se convierte en una sola cosa con ella. Ellos completan en favor del Cuerpo de Cristo lo que aún falta a sus sufrimientos (cf. Col 1,24). Su vida se ha convertido en Eucaristía, inserta en el misterio del grano de trigo que muere y se hace fecundo. La sangre de los mártires es semilla de cristianos, ha dicho Tertuliano. Así como de la muerte de Cristo, de su costado abierto, ha nacido la Iglesia, así la muerte de los testigos es fecunda para la vida futura de la Iglesia. La visión de la tercera parte del «secreto», tan angustiosa en su comienzo, se concluye pues con un imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano y, precisamente, una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte del hombre. En las manos amorosas de Dios no han sido acogidos únicamente los que sufren como Lázaro, que encontró el gran consuelo y representa misteriosamente a Cristo que quiso ser para nosotros el pobre Lázaro; hay algo más, del sufrimiento de los testigos deriva una fuerza de purificación y de renovación, porque es actualización del sufrimiento mismo de Cristo y transmite en el presente su eficacia salvífica.

Hemos llegado así a una última pregunta: ¿Qué significa en su conjunto (en sus tres partes) el «secreto» de Fátima? ¿Qué nos dice a nosotros? Ante todo, debemos afirmar con el Cardenal Sodano: «...los acontecimientos a los que se refiere la tercera parte del «secreto» de Fátima, parecen pertenecer ya al pasado». En la medida en que se refiere a acontecimientos concretos, ya pertenecen al pasado. Quien había esperado en impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia debe quedar desilusionado. Fátima no nos ofrece este tipo de satisfacción de nuestra curiosidad, del mismo modo que la fe cristiana por lo demás no quiere y no puede ser un mero alimento para nuestra curiosidad. Lo que queda de válido lo hemos visto de inmediato al inicio de nuestras reflexiones sobre el texto del «secreto»: la exhortación a la oración como camino para la «salvación de las almas» y, en el mismo sentido, la llamada a la penitencia y a la conversión.

Quisiera al final volver aún sobre otra palabra clave del «secreto», que con razón se ha hecho famosa: «mi Corazón Inmaculado triunfará». ¿Qué quiere decir esto? Que el corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que los fusiles y que cualquier tipo de arma. El fiat de María, la palabra de su corazón, ha cambiado la historia del mundo, porque ella ha introducido en el mundo al Salvador, porque gracias a este «sí» Dios pudo hacerse hombre en nuestro mundo y así permanece ahora y para siempre. El maligno tiene poder en este mundo, lo vemos y lo experimentamos continuamente; él tiene poder porque nuestra libertad se deja alejar continuamente de Dios. Pero desde que Dios mismo tiene un corazón humano y de ese modo ha dirigido la libertad del hombre hacia el bien, hacia Dios, la libertad hacia el mal ya no tiene la última palabra. Desde aquel momento cobran todo su valor las palabras de Jesús: «padeceréis tribulaciones en el mundo, pero tened confianza; yo he vencido al mundo» (Jn 16,33). El mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa.

Joseph Card. Ratzinger
Prefecto de la Congregación
para la Doctrina de la Fe


Pero hoy ANSA, luego el Grupo Clarín en la Argentina, publican una confusa mezcla entre las acusaciones de abuso sexual a los sacerdotes a nivel mundial con las revelaciones de la Virgen de Fátima. Estos mentirosos ponen en boca del Papa que “el tercer secreto de Fátima profetizaba el abuso de menores por parte del clero católico”, cosa que, como acabamos de demostrar, ES ABSOLUTAMENTE FALSO.

En esta Campaña contra la Iglesia encontraron el “JUSTIFICATIVO DIVINO PARA SEGUIRLA”, como para que la gente encuentre mayor credibilidad a las aberrantes Causas Armadas que -entre unas pocas ciertas-, pululan en distintos puntos del planeta.

Analizamos para concluir cómo se arma fácilmente una mentira en medio de una noticia cierta.

ANSA dice:

FRASE 1: “Pero hoy el Papa, conversando con la prensa poco antes de aterrizar en Lisboa, dijo que "es realmente terrorífico cómo la Iglesia sufre actualmente por un ataque interno, debido al pecado que existe en la misma Iglesia", en alusión a los abusos sexuales cometidos por el clero católico.

FRASE 2: “Este sufrimiento de la Iglesia, causado por las culpas de sus mismos eclesiásticos, fue presentado por Benedicto XVI como parte del mensaje del tercer secreto de Fátima”.z

la FRASE 1 el lector se dará cuenta que la interpretación fuera de comillas, o sea, ajeno a los dichos del Papa es del periodista, el que interpreta libremente lo dicho por el Papa Benedicto como si fuera su vocero poniendo: “en alusión a los abusos sexuales cometidos por el clero católico”... cuando el Sumo Pontífice no lo dijo.

En la FRASE 2 ya ponen entre comillas un comentario del editor de la Agencia de Noticias para confundir a quienes levanten el cable o bien lean de esta fuente la información diciendo que

  • Este sufrimiento de la Iglesia, causado por las culpas de sus mismos eclesiásticos
  • fue presentado por Benedicto XVI como parte del mensaje del tercer secreto de Fátima

Y por esa frase que corresponde a un periodista en todo el Mundo ronda la FALSA NOTICIA DE QUE EN FATIMA LA VIRGEN DIJO QUE LOS CURAS IBAN A ABUSAR SEXUALMENTE A LOS CHICOS y encima, se lo atribuyen al Papa Benedicto XVI. ¡BURDA MENTIRA!

El Diablo, que es “el Padre de la Mentira” estará muy satisfecho de esta ensalada de cables enredados que ponen un nuevo virus en el “disco rígido” de la cabeza de muchos inocentes que creen ciegamente a lo que dice la Tele y los Diarios.

En nuestro país está ahorita, usando un modo mejicano, el Servicio de Noticias de Canal 13 y Clarín afirmando que el Papa dijo que el tercer secreto de Fátima son los “abusos del clero”.

Para quienes quieran saber qué dijo el Sumo Pontífice nos remitimos al medio oficial de noticias católicas argentinas y podrán leer la verdad de lo que dijo Su Santidad Benedicto XVI a los periodistas en vuelo a Portugal.

Cliquee en AICA.

Lamentablemente ahora muchos cristianos estarán siendo víctimas de una nueva Campaña de Prensa usando a la Virgen, a la Iglesia y al Papa. Pero el mismo Jesús nos garantiza en el capitulo 16 del Evangelio según San Mateo que el Mal no le va a ganar al Bien, que los lazos del Infierno no encadenarán al Papa cuando el Señor aseveró a Simón Pedro:
“Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará”.

La Virgen de Fátima es usada por Canal 13 para ensuciar a la Iglesia
La Virgen de Fátima es usada por Canal 13 para ensuciar a la Iglesia

De izquierda a derecha:
Francisco, Jacinta y Lucía
Pastorcitos de Fátima.
No imaginaban para que los iba a usar el Grupo Clarín
De izquierda a derecha:
Francisco, Jacinta y Lucía
Pastorcitos de Fátima.
No imaginaban para que los iba a usar el Grupo Clarín

Sor Lucía, poco tiempo antes de morir en 2005.Dio el Tercer Mensaje completo donde 
no se hablaba de sacerdotes acusados de abuso.
Sor Lucía, poco tiempo antes de morir en 2005.
Dio el Tercer Mensaje completo donde
no se hablaba de sacerdotes acusados de abuso.

El Cardenal Tarcisio Bertone SDB en el 2000recibe de Sor Lucía la verdadera interpretacióndel Tercer Secreto de Fátima: no hablaba de abusos sexuales del clero
El Cardenal Tarcisio Bertone SDB en el 2000
recibe de Sor Lucía la verdadera interpretación
del Tercer Secreto de Fátima: no hablaba de abusos sexuales del clero

Juan Pablo II en el 2000 junto a Sor Lucía.Le reveló que el eje del Tercer Secreto era laPersecución a la Iglesia, martirizando a sus Ministros,por que no: acusándolos falsamente como en los antiguos tiempos.
Juan Pablo II en el 2000 junto a Sor Lucía.
Le reveló que el eje del Tercer Secreto era la
Persecución a la Iglesia, martirizando a sus Ministros,
por que no: acusándolos falsamente como en los antiguos tiempos.

Sor Lucía y Juan Pablo IIAmbos pocos días antes de morir.No se llevaron ningún secreto. Todo fue revelado.
Sor Lucía y Juan Pablo II
Ambos pocos días antes de morir.
No se llevaron ningún secreto. Todo fue revelado.

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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Comienzo encuesta: 21/12/2008