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13/6/2009

Fuente: La Nación

Tras la condena a 15 años de prisión
Un juez defendió la decisión de dejar a Grassi en libertad

El presidente del tribunal dijo que no le "remuerde" la conciencia; las claves del fallo.


Gustavo Carabajal
LA NACION

El presidente del tribunal que condenó a Julio César Grassi, el camarista Luis María Andueza, defendió ayer la decisión de no detener al sacerdote, después que fuera condenado a 15 años de prisión por los delitos de abuso sexual y corrupción de menores.

"La condena no quedó firme y, cuando así sea, tendrá que ir preso. Con Grassi no hubo peligro procesal, ni de fuga. No sabemos todavía si Grassi puede reincidir. A mí no me remuerde la conciencia dejar a Grassi libre", dijo el magistrado en declaraciones a radio Continental.

Ayer, en tanto, todo era silencio en la Fundación Felices los Niños, en Hurlingham. Sólo permanecían colgados los carteles de apoyo al sacerdote con la leyenda: "Papá Julio inocente"

Ayer se pudieron conocer más detalles de las pruebas que llevaron al Tribunal Oral N° 1 de Morón a condenar al sacerdote.

Según consta en la resolución de más de 1400 páginas, los magistrados Andueza, Mario Daniel Gómez y Jorge Carrera consideraron la declaración testimonial de "Gabriel", uno de los tres chicos que denunció al sacerdote, como la prueba más importante.

Además de la declaración de "Gabriel", los jueces fundaron la condena contra Grassi en los testimonios de los psiquiatras forenses del Cuerpo Médico de la Asesoría Pericial de San Isidro, Nélida Delis Queró y Humberto Lucero.

Video: La opinión de los vecinos, tras la condena a Grassi

Ambos psiquiatras concluyeron que "del relato de «Gabriel» surgieron elementos compatibles con abuso sexual infantil. A punto tal que presentó un aspecto psíquico angustiado; elementos intrusivos penosos, vinculados a las experiencias disvaliosas que relató. También mostró un intenso sentimiento de culpa por haberse mantenido pasivo ante una situación que rechazaba".

Tan convincente resultó el testimonio del denunciante identificado como "Gabriel", que los jueces condenaron a Grassi por dos casos de abuso sexual agravado y corrupción de menores, ocurridos entre noviembre y diciembre de 1996, cuando el chico tenía 13 años.

Si bien los dos hechos denunciados por el joven que estaba en la Fundación Felices los Niños ocurrieron en la oficina de Grassi, sin más testigos que la supuesta víctima y el presunto victimario, los magistrados dejaron constancia en la resolución de las conclusiones de los peritos de que ambos episodios dejaron marcas en la psiquis de "Gabriel".

"El testigo impresionó como veraz, en su relato no mediaron contradicciones, se mostró seguro y sumamente emotivo cuando se refirió a los abusos de los que fue víctima, y como veremos, permanece incólume a través del tiempo y de las múltiples oportunidades en que debió recordar lo sucedido", dijo el juez Gómez.

Para dictar la condena, los magistrados también fundaron su veredicto en las declaraciones del psiquiatra Enrique Stola y de uno de los responsables del programa Telenoche Investiga que, antes de que se emitiera el programa sobre el sacerdote, dijo que un colaborador de Grassi le había expresado: "Todos tenemos debilidades".

Los magistrados también mencionaron una serie de contradicciones en las que el imputado habría incurrido en sus declaraciones indagatorias. Todos estos elementos serán cuestionados por la defensa de Grassi en la apelación que será presentada ante la Cámara de Casación Penal bonaerense.

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E N C U E S T A
Padre Grassi:
¿Inocente o culpable?




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