De: Sergio Martínez
Fecha: 6 de julio de 2006
Querido Padre Julio:
Le escribí esta poesía. Espero que le guste. A mi me hizo llorar, porque lo extraño mucho:
Padre Julio, cuando vuelvas a casa...
florecerá la magnolia más bella del bosque,
cantarán las alondras sus cantos de gloria
en la rama más alta del árbol más noble.
Van dos calendarios que no oigo tu risa,
van dos calendarios repletos de ausencia,
que sueño tus brazos rodeándome todo,
van dos calendarios que espero tu vuelta.
Sé que aunque lejos, jamás me olvidaste,
sé que en tu dolor está mi presencia,
le pido a la Virgen que nunca te deje
y que a casa pronto, te traiga de vuelta.
Padre, no tardes y pronto regresa
si demoras mucho se me va la infancia.
¡Para llorar un poco sobre tu hombro fuerte
o reír acaso, aún me haces falta!
Padre Julio, cuando vuelvas a casa...
sembraré tu camino de jazmín y violetas
pediré al zorzal que entone su canto de auroras
y al viento que calle su llanto de ausencias.
Y así entonces, cuando vuelvas a casa...
Te abrazaré tan fuerte que te quitaré el aliento,
te contaré mil cosas que tengo guardadas,
o tal vez tan sólo te abrace en silencio...
¡Pero no tardes Padre, se me va la infancia
y yo no quiero crecer, si no te tengo!
Sergio Martínez
Uno de tus hijos
Querido Padre Julio:
Le escribí esta poesía. Espero que le guste. A mi me hizo llorar, porque lo extraño mucho:
Padre Julio, cuando vuelvas a casa...
florecerá la magnolia más bella del bosque,
cantarán las alondras sus cantos de gloria
en la rama más alta del árbol más noble.
Van dos calendarios que no oigo tu risa,
van dos calendarios repletos de ausencia,
que sueño tus brazos rodeándome todo,
van dos calendarios que espero tu vuelta.
Sé que aunque lejos, jamás me olvidaste,
sé que en tu dolor está mi presencia,
le pido a la Virgen que nunca te deje
y que a casa pronto, te traiga de vuelta.
Padre, no tardes y pronto regresa
si demoras mucho se me va la infancia.
¡Para llorar un poco sobre tu hombro fuerte
o reír acaso, aún me haces falta!
Padre Julio, cuando vuelvas a casa...
sembraré tu camino de jazmín y violetas
pediré al zorzal que entone su canto de auroras
y al viento que calle su llanto de ausencias.
Y así entonces, cuando vuelvas a casa...
Te abrazaré tan fuerte que te quitaré el aliento,
te contaré mil cosas que tengo guardadas,
o tal vez tan sólo te abrace en silencio...
¡Pero no tardes Padre, se me va la infancia
y yo no quiero crecer, si no te tengo!
Sergio Martínez
Uno de tus hijos