Cartas


Cadena de Oración
por el Padre Julio César Grassi

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De: Diego Martinez

Fecha: 23 de octubre de 2007

Asunto: Día del Perdón


Querido P. Julio:

Desde el año pasado nos invitás a recordar aquel 23 de octubre del 2002, desde el perdón... y yo te digo: ¡¡¡qué difícil!!!

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica que la gravedad de la mentira se mide, entre otras cosas, por los daños padecidos. Y fueron muchos y MUY GRAVES: miles de chicos que siguen deambulando por las calles, el recuerdo de nuestros internos del feroz allanamiento en la sede Fundación para encontrarte y detenerte (justo el día de la emisión de Telenoche ¿"Investiga"?), sueldos atrasados, deudas de todo tipo, donantes que desaparecen, funcionarios que nos dan la espalda, burlas en los programas de televisión (el último en el Programa conducido por Marley donde E. Vernaci hizo un comentario, encima involucrando a su propio hijo y al de la coconductora, estando en el Vaticano y señalándolos, dijo en tono burlón e irónico: "Linda ofrenda para el Padre Grassi", lo que provocó la risa de todos... Me pregunto, ¿¿¿TELEFE y la producción del Programa no podrían haber editado semejante comentario???.)
Cientos de páginas de Internet que te difaman y se burlan constantemente, y tantos otros daños muy difíciles de cargar... Sólo los que vivimos a diario la Fundación sabemos la carga que hay que llevar. La indiferencia de la sociedad es realmente preocupante.
Por eso, aprovecho para suplicar una vez más, que la justicia acelere los pasos para llegar YA AL JUICIO ORAL, donde nuestro P. Julio podrá, por fin, hablar. Y se termine de una vez, con este Calvario que es doloroso, pero QUE NO NOS VENCERÁ.

Volviendo al tema del perdón, qué querés que te diga, quizás estoy hecho de barro mal cocido, pero no puedo, todos esos daños padecidos y tantos otros, duelen tanto...

Lo que estoy haciendo es pedirle a Dios que me de la Gracia de tener un corazón misericordioso y poder, un día, decir como Jesús "Perdónalos porque no saben lo que hacen".

Un abrazo en Cristo y en Don Bosco, Santo.

Diego

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E N C U E S T A
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