De: Guillermo Celoria
Fecha: 15 de septiembre de 2010Asunto: Juicio inicuo como el de Nuestro Señor
Querido Padre Julio:
No habrá ningún día en que deje de encomendarlo como hasta hoy en la Santa Misa.
Aunque muchos crean que Usted ha sido destruído, en realidad desde ayer Usted está totalmente identificado con Cristo y lo ha acompañado desde el Huerto de los Olivos, en el juicio artero del Sanedrín, en la burla de Herodes, en el "abandono" de muchos o pocos de sus apóstoles, en el "lavarse" las manos de muchos indiferentes como Pilatos, en el cargar la Cruz hasta el Calvario y morir crucificado. ¡Lo envidio!
Aunque yo no le vea aquí en la Tierra porque soy bastante mayor, la Justicia Divina prevalecerá.
Un fuerte abrazo,
Guillermo
Querido Padre Julio:
No habrá ningún día en que deje de encomendarlo como hasta hoy en la Santa Misa.
Aunque muchos crean que Usted ha sido destruído, en realidad desde ayer Usted está totalmente identificado con Cristo y lo ha acompañado desde el Huerto de los Olivos, en el juicio artero del Sanedrín, en la burla de Herodes, en el "abandono" de muchos o pocos de sus apóstoles, en el "lavarse" las manos de muchos indiferentes como Pilatos, en el cargar la Cruz hasta el Calvario y morir crucificado. ¡Lo envidio!
Aunque yo no le vea aquí en la Tierra porque soy bastante mayor, la Justicia Divina prevalecerá.
Un fuerte abrazo,
Guillermo