De: Marisa Dos Santos
Fecha: 26 de agosto de 2006
Queridos hermanos,
tan sólo me comunico para felicitarlos por la Obra, y decirle al P. Grassi que lo acompaño con mis oraciones.
Cada lágrima de dolor es una perla en el cielo.
¡Ánimo! y... si lo hicieron con Nuestro Señor Jesucristo, ¿por qué no lo harían con sus ministros?
Cuente con el cariño de todos los católicos.
Marisa, una catequista.
Queridos hermanos,
tan sólo me comunico para felicitarlos por la Obra, y decirle al P. Grassi que lo acompaño con mis oraciones.
Cada lágrima de dolor es una perla en el cielo.
¡Ánimo! y... si lo hicieron con Nuestro Señor Jesucristo, ¿por qué no lo harían con sus ministros?
Cuente con el cariño de todos los católicos.
Marisa, una catequista.