De: Carolina Raed
Fecha: 15 de septiembre de 2010Asunto: Que Dios lo acompañe
Querido Padre,
No lo conozco personalmente, pero quiero que sepa que usted es mi inspiración con respecto a cómo hay que actuar cuando el Demonio mete la cola.
Estamos acostumbrados a verlo por sus actos; lo que a usted El Señor le ha pedido es que viva en carne propia lo que le pidió a su Hijo. Me siento avergonzada por todo lo que le hacemos sufrir, porque es evidente que el Señor ha elegido su alma santa para semejante responsabilidad: Sufrir por lo pecados de los hombres. Le pido a la Virgen que lo acompañe como acompañó a su Hijo, que no lo deje ni un segundo.
Trate de entender que sólo el demonio puede hace un acto así de evidente, con qué entereza usted le pisa la cola me anima a luchar a diario eligiendo a Cristo aunque eso signifique tener pocos amigos.
Querido Padre,
No lo conozco personalmente, pero quiero que sepa que usted es mi inspiración con respecto a cómo hay que actuar cuando el Demonio mete la cola.
Estamos acostumbrados a verlo por sus actos; lo que a usted El Señor le ha pedido es que viva en carne propia lo que le pidió a su Hijo. Me siento avergonzada por todo lo que le hacemos sufrir, porque es evidente que el Señor ha elegido su alma santa para semejante responsabilidad: Sufrir por lo pecados de los hombres. Le pido a la Virgen que lo acompañe como acompañó a su Hijo, que no lo deje ni un segundo.
Trate de entender que sólo el demonio puede hace un acto así de evidente, con qué entereza usted le pisa la cola me anima a luchar a diario eligiendo a Cristo aunque eso signifique tener pocos amigos.
