De: Etelvina
Fecha: 1 de agosto de 2009Asunto: Demos gracias
Padre Julio
En este tiempo de espera, que se hace largo, demos gracias a Dios por todo. Por los trabajos y los logros. Por las tribulaciones y las esperanzas. Por los encuentros y las despedidas. Por los amigos de siempre y por los amigos nuevos. Por la vida de los hijos y las hijas, pequeños y grandes, que sigue su curso por la bondad de Dios, más allá de nuestras fuerzas y limitaciones humanas. El vela siempre por todos.
Yo tengo la firme esperanza que usted recobrará plenamente por fin, su familia y su casa, que es la Fundación Felices los Niños. Así lo pido humildemente al Señor con fe.
Para que se haga Justicia en esta tierra.
Por la felicidad de los niños, niñas y adolescentes que usted ampara y educa junto a sus colaboradores.
Por los que todavía andan solos y desamparados en tantos lugares de nuestra patria.
Por la necesidad que tenemos, en nuestra sociedad de hoy, del testimonio valiente, creativo y esforzado de quienes, como usted, buscan la excelencia en la tarea solidaria de promover el desarrollo humano integral de todo el hombre y de todos los hombres, especialmente durante la infancia y la adolescencia de las personas que se encuentran en desventaja por situaciones de edad, pobreza,
abandono, desamparo, marginación.
En este año, dedicado a los sacerdotes, seguimos rezando por usted y por todos los sacerdotes. Para que sean santos y humildes. Para que triunfen, con la gracia poderosa de Dios, sobre el enemigo que los tienta con el cansancio y el desaliento, con la persecución y el dolor. Que su triunfo sea la victoria del Amor en la Verdad, que es Jesucristo, nuestro Maestro y Señor. Para que se haga en todos, la santísima Voluntad de Dios, así en la Tierra como en el Cielo. Amén.
Que Dios lo bendiga, Padre Julio, junto a todos los suyos.
Padre Julio
En este tiempo de espera, que se hace largo, demos gracias a Dios por todo. Por los trabajos y los logros. Por las tribulaciones y las esperanzas. Por los encuentros y las despedidas. Por los amigos de siempre y por los amigos nuevos. Por la vida de los hijos y las hijas, pequeños y grandes, que sigue su curso por la bondad de Dios, más allá de nuestras fuerzas y limitaciones humanas. El vela siempre por todos.
Yo tengo la firme esperanza que usted recobrará plenamente por fin, su familia y su casa, que es la Fundación Felices los Niños. Así lo pido humildemente al Señor con fe.
Para que se haga Justicia en esta tierra.
Por la felicidad de los niños, niñas y adolescentes que usted ampara y educa junto a sus colaboradores.
Por los que todavía andan solos y desamparados en tantos lugares de nuestra patria.
Por la necesidad que tenemos, en nuestra sociedad de hoy, del testimonio valiente, creativo y esforzado de quienes, como usted, buscan la excelencia en la tarea solidaria de promover el desarrollo humano integral de todo el hombre y de todos los hombres, especialmente durante la infancia y la adolescencia de las personas que se encuentran en desventaja por situaciones de edad, pobreza,
abandono, desamparo, marginación.
En este año, dedicado a los sacerdotes, seguimos rezando por usted y por todos los sacerdotes. Para que sean santos y humildes. Para que triunfen, con la gracia poderosa de Dios, sobre el enemigo que los tienta con el cansancio y el desaliento, con la persecución y el dolor. Que su triunfo sea la victoria del Amor en la Verdad, que es Jesucristo, nuestro Maestro y Señor. Para que se haga en todos, la santísima Voluntad de Dios, así en la Tierra como en el Cielo. Amén.
Que Dios lo bendiga, Padre Julio, junto a todos los suyos.