Cartas

Querido Padre Grassi, deseo con todo el corazón que la verdad se sepa de una vez por todas en forma clara y que limpien su nombre de toda mancha. Hace 10 años me enojé con Dios y empecé a abuscar respuestas en otra parte, me incliné al budismo, pero no puedo sostener més esa creencia, no sé por qué causas misteriosas o designios divino verlo a Ud. en la televisión me acercó nuevamente a la fe de Cristo, escucharlo hablar sobre los principios cristianos, sobre valores humanos y morales me conmovieron y como el hijo prodigo regresé a la cuna. Espero que esa magia que Ud. operó en mí sea vivida también por sus acusadores y detractores para que puedan ver el daño que hacen no sólo a Ud. sino a esos niños que lo necesitan.
Le mando un beso y un abrazo muy grande, esperando justicia y poder conocerlo personalmente algun dia.