De: Carmen Anaya
Fecha: 29 de abril de 2009Asunto: Un deseo profundo en mi corazón
Querido Padre Julio:
Creo que sé todo lo que Ud. está viviendo en su interior. Cómo las ideas, los miedos, la fe, la esperanza se entremezclan en su mente, por eso ruego al Espíritu Santo que derrame sus siete Dones Sagrados sobre sus abogados defensores y sobre los Jueces. Ya vivió su Calvario, pronto lo bajarán de la Cruz y viviremos la alegría de su resurrección. Usted, su familia, los niños y adolescentes que lo esperan con los brazos abiertos y todas las personas que aprendimos a quererlo por su bondad, por su sacerdocio vivido con amor, por su ejemplo de vida, por todo lo que nos enseñó para afrontar el dolor con altura y honradez, por su amor a Dios y su capacidad de perdón.
Tranquilo, Padre... todo terminará bien. De eso estoy segura.
Con todo cariño,
Carmen
Querido Padre Julio:
Creo que sé todo lo que Ud. está viviendo en su interior. Cómo las ideas, los miedos, la fe, la esperanza se entremezclan en su mente, por eso ruego al Espíritu Santo que derrame sus siete Dones Sagrados sobre sus abogados defensores y sobre los Jueces. Ya vivió su Calvario, pronto lo bajarán de la Cruz y viviremos la alegría de su resurrección. Usted, su familia, los niños y adolescentes que lo esperan con los brazos abiertos y todas las personas que aprendimos a quererlo por su bondad, por su sacerdocio vivido con amor, por su ejemplo de vida, por todo lo que nos enseñó para afrontar el dolor con altura y honradez, por su amor a Dios y su capacidad de perdón.
Tranquilo, Padre... todo terminará bien. De eso estoy segura.
Con todo cariño,
Carmen