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El padre Grassi despojado

 

Qui potest maius, potest minus (el que puede lo más, puede lo menos). Si se ha podido acusar al p. Julio César Grassi, fundador de “Felices los Niños”,  de abusador, es tanto menor culparlo ahora también descuidar la alimentación de la institución con comidas vencidas. Con esto se alzaron con otro trofeo, quitarle la Fundación, olvidando que es mejor “darle los cristianos en vez de darle a los gusano”, es decir, compartir sobras con los presos ante su inminente vencimiento.

 

El padre Grassi despojado

 

Un nuevo armazón mediático contundente por algo que verdaderamente los desvela: el padre Julio César Grassi. El resultado fue efectivísimo, sacarle la Fundación de un plumazo en la que tanta ilusión había depositado en el afán del bien de la sociedad y sus napas más desprotegidas, la niñez abandonada.

La causa: desviación de fondos, más precisamente de alimentos de la Fundación a la cárcel donde reside el sacerdote. ¿Veinticinco, cuarenta camionetas?  ¿O solo tres de alimentos, muchos de ellos con fecha inmediata de vencimiento? ¿Los chicos de la Fundación muertos de hambre o enfermos por mala alimentación?

Los escenarios reportados por los programas daban la sensación, al presentar cocinas con canillas rotas, azulejos descascarados y techos perforados, que se trataba de una escena de la Franja de Gaza, y el tema de ratas y cucarachas, como si se tratara de un basural. Ciertamente ninguna de esas muestras existiría si al padre Julio no le hubiesen obstaculizado su acción por cerca de 15 años. Mejor dicho, al haber mostrado lo peor -¿porque no muestran lo mejor?- estaban mostrando su propia obra. ¿Quiénes son los últimos responsables, el padre Grassi o los que no lo dejaron hacer?

Todos los que manejaban comedores saben que sorpresivamente le llegan mercaderías a punto de vencer, y por eso mismo derivan ese material inmediatamente a otros centros comunitarios. ¿Dónde está el pecado, dónde está la  aberración? Y si fueron de buena voluntad algunas cosas que podrían y aún deberían haber quedado, ¿quién ha ganado para su propio interés? Algún día se sabrá también la maravillosa, heroica y difícil tarea del padre en el penal; ¿él no puede allí dispensar caridad?

Esta objeción presentada maquilladamente es pérfida. Las limitadísimas comodidades aludidas no pasan más allá de un caloventor y cosas por el estilo, las comparaciones de que reeditada la vieja suite mentada por el juez Alfredo Meade ya iban contra toda evidencia, una bohardilla estrechísima en aquel caso, y ahora una celda de recluso que la retrataban de lujosa.

Y despojado también de su capacidad de defenderse, ya que a sabiendas de ese tsunami que todo lo llevó y experimentando lo peor, ya que el amaba su obra más que a sí mismo,  tenía que limitarse a ver todo lo que se hablaba, sin siquiera aportar su verdad, en la más crasa impotencia, maniatado de pies y manos. A todo esto sus detractores hacían gala de objetividad sin siquiera presentar una voz disonante.

Le quitan la fama, la libertad, la Fundación, la posibilidad de defenderse. Uno tiene lo que no se le puede quitar, por eso el padre tiene paz, eso no le han quitado y no se lo va a poder quitar… Ellos podrán perder la paz, y si es que nadie pierde lo que no tiene, a menos que se arrepientan y reparen.

Y muchos quisieron que le quitase la facultad de celebrar la Santa Misa, lo que difícilmente le retirarán aun en un hipotético caso de que la misma Corte Suprema de la Nación decida declarar el culpable en realidad de una única causa de los 17 casos en los que ya fue absuelto, dado que las investigaciones Iglesia, depositadas en cinco gruesos volúmenes, le otorgan inocencia. Lo más grande que puede hacer un hombre en la tierra es decirle a un trozo de pan “hazte Dios” y que eso verdaderamente se realice, y esto también, aun los que no creen quieren quitarle el sacerdote, ¿total si quitan la vida a millones de inocentes,  al inocente Hijo de Dios, cómo no darse el gusto de saborear también esta arbitrariedad? El último juicio será de Dios y público, el día del Juicio final, alí veremos dónde estamos todos parados... y para siempre.

La otra campana

 

Falsedades y verdades a medias volvieron armar una gran mentira contra el p. y Grassi. Cristo hoy presenta lo que ningún otro medio presentó.

 

Fuentes muy cercanas al sacerdote develan la mentira armada nuevamente contra el padre Julio César Grassi, fundador de “Felices los Niños”. Por razones de prudencia no damos a conocer sus nombres. Esta vez lograron apartar al sacerdote de la institución. 

Las nuevas acusaciones surgidas del programa “Periodismo para Todos” y dadas en otros medios de comunicación giran en torno a tres ejes: 1) pésimas condiciones alimenticias y edilicias de la fundación; 2) desvíos de donaciones alimenticias a los presos en el penal donde cumple prisión el sacerdote; 3) privilegios del padre en el penal. Sobre esta tres, nuestras fuentes nos dan a conocer la verdad completa.

 

Alimentos y edificios

Sobre la alimentación de los chicos: “A los chicos nunca les faltó nada”. “Nunca se les dieron alimentos vencidos, siempre se los privilegió, nunca el padre exigió que se dé de comer alimentos que no pudieran comerse”. “Es más, el padre armada siempre el menú diario de los niños basándose en lo que había en la despensa”. “Todos en la Fundación comen lo que allí se prepara, desde siempre”. “Los niños y sus padres hubieran sido los primeros en quejarse del mal alimento, los niños no comen cosas feas. Si hubiera un problema real, Lanata hubiera presentado a padres quejándose y no los hay”. “De ejemplo les digo el menú de los chicos: durante la semana puede ser milanesas con papas, batatas y zapallo al horno. A la noche, tortilla de papas, pan de carne y huevo. Ensalada de zanahoria rayada y repollo rayado. Los domingos, por ejemplo: entrada huevo relleno y fiambre, asado a la parrilla (de vacío) con ensalada de papas y huevo, lechuga y tomate, zanahoria y repollo. De postre, durazno con crema. ¿Esto es comer mal?”

“Si hubiera sido el caso, Juan Manuel Casolati, quien acusa el padre y es el encargado de la Fundación, no debería haber dejado nunca que se dé de comer mala comida, ¿o dejó que se les diera a los chicos mala comida con tal de tener con qué acusar al padre? El padre está preso y a varios kilómetros, si hubo desobediencias y negligencias de los empleados, Casolati debería estar al tanto”.

Sobre la carne podrida en la camioneta: “Se había descompuesto una heladera y el mismo padre intentó buscar alguien que la repare, desde la cárcel. No Casolati. Al fin la carne se descompuso y el padre mandó enterrarla. Hubo un error del responsable directo de no cambiarla de lugar la carne. Justamente una persona que ahora también lo acusa y quien hizo muchos errores allí y sin embargo se le perdonó, y ahora se vuelve contra la Fundación que lo crió. Si alguien desvió carne para darla a los chicos, Casolati no debió haberlo permitido. Pero él no está en los detalles, cómo lo estaba el padre”.

 

Edificios en mal estado 

Respecto a las filmaciones dentro de la Fundación dijeron a Cristo Hoy: “Han ido con las cámaras a los lugares que no estaban habilitados. La fundación tiene lugar para más de 400 chicos. Ahora hay 54. Los lugares que se priorizan son dónde están ahora los chicos. Filmaron los lugares que no están habilitados. Vinieron inspecciones del Consejo del Menor estando Juan Manuel Casolati, y si bien dieron indicaciones para mejorar, sin embargo los lugares de los chicos estaban habilitados por el Estado”. Y agregaron: “Justamente Casolati fue puesto por el padre para mejorar la institución y evitar que se deteriorase. El debía mejorar la institución en lugar de filmar y fotografiar para luego acusar a quién le dio la teoría de sostener la Fundación..."

 

Desvío de donaciones

Sobre el desvío de donaciones dijeron a este semanario: "Muchas veces las donaciones se podían repartir, compartir antes de que venzan. Lo que se compartió con los presos era alimento que estaba a punto de vencer a nosotros nos sobraba”. “En Clorinda hubo inundaciones y la Fundación compartió comida con los evacuados de Formosa. Esto no significa desviar comida. ¿Esto es malo? ¿Esto es desvío de donación? Hay otras realidades que exigen atención. Casolati lo sabía, pero de esto no habla”.

“Lanata habla de infinidad de veces que se desviaron donaciones pero la Fundación donó muy pocas veces al penal. Deben demostrar lo que dicen. Estas pocas veces que se donó se buscó aliviar la dramática

 

Pie de imagen

Esta es la máxima prueba. ¿Qué prueba? No se sabe qué ni cuánto se baja. Ni tampoco cuántas veces. Y con esta seudo evidencia se defenestró o y despojó al fundador. Con esta escena, de canal 13, el programa de Jorge Lanata tuvo la posibilidad de mostrar el contenido del camión que entraba el penal y no lo hizo...

 

 

situación de los presos, y éstos los dan a sus familias. Iban en definitiva a la familia y a los niños”.

“Muchas camionetas le llevaron solamente donaciones hechas al cura. Y, como a él le sobraba, las compartía: comida, ropa, artículos, etc.” “Si mezclan la cantidad de veces que fueron a visitarlo desde la Fundación con las que llevaron alimentos será una locura.  Interpretan mal la imagen que se muestra”.

 

Sagrada Familia de Cardales 

Sobre una parroquia involucrada: “Sí, la parroquia Sagrada Familia de Cardales. Es la parroquia del capellán de la cárcel con quien el padre acordó ayudar a los presos con alimentos. Las donaciones iban a nombre de la parroquia del capellán de la cárcel porque él podía hacerlas pasar. Pero hubo la desprolijidad de que no pasó primero por la parroquia, sino que las pocas camionetas con donaciones fueron directamente a la cárcel, que era el destino final de las donaciones. Nunca un deseo de engañar sólo de ayudar".

 

Privilegios carcelarios

Sobre los privilegios carcelarios dijeron: “El padre tiene una celda como todos los demás, utiliza las dependencias que puedo utilizar cualquier preso de buena conducta. Un pequeño Lcd con televisión digital, una heladera chica, un caloventor, etc., todo esto puede tenerlo cualquier preso de buena conducta que pueda costearlo”. “De qué privilegios hablan, el padre está en una de las peores celdas, llena de humedad. Esta se pasa el colchón donde duerme hasta casi mojarlo”. “Este es el ‘Sheraton de Campana’, como llegó a mencionar el programa de Chiche Gelblung".

 

Padre Pío

Sobre la Sociedad “Padre Pío” y donaciones de más de 3 millones por año, nos dijeron: “Lo que se recoge de donación a dicha sociedad viene a la cuenta de la Fundación todos los viernes. Se suman a las que la Fundación recibe y así se pagan los sueldos. Son 500 empleados, se necesita mucho dinero y a veces quedan deudas. Es una asociación con convenio con la Fundación para poder hacer este movimiento. Cada institución tiene claro su balance y está todo registrado”.

 

Extorsiones a los iniciadores

Sobre el principal acusador, Juan Manuel Casolati, hoy a cargo de la Fundación,  nuestra fuente dijo: “El quiere trabajar solo. Quiere dominar. Tiene carácter dominante y busca sus propios grupos. La gente a la que se enfrentó es la gente histórica que entiende el funcionamiento y el espíritu de la Fundación. A ellos no los deja entrar autoritariamente, sin motivo. Ellos son fieles al carisma de 20 años de la Fundación hecho con el sistema preventivo de Don Bosco: atender a los chicos con caridad, fe, razón, religión. El, por su parte, se declaró agnóstico. Y el sistema de don Bosco no se entiende sin la fe”.

“A personas que fueron a dar de comer a los perros de la ‘Blanquita’ (N. de la R.: residencia del sacerdote frente a la Fundación.) pretendieron hacerlas detener. A otros no los dejan ingresar a la Fundación. Y se ha creado una gran incertidumbre en torno al futuro laboral".

 

El acusador Casolati

“Casolati hizo algo muy grave. Entró en el penal con cámara, e hizo cámara oculta. Se reunió con el cura para que le explique cómo manejar la Fundación y se dedicó filmarlo para luego acusarlo. Tenía intenciones poco honestas desde el principio.” “Además puso en peligro los presos del penal al filmarlos ocultamente".

“Casolati debía haberse preguntado qué hizo él. No puede poner de responsable al padre de las cosas concretas para las que se puso en cargo a él". “Muchas veces no dió solución a problemas grandes en los chicos. No daba respuesta por ejemplo a poner un cuidador a la noche y así una noche durmieron los chicos sin cuidador. Por culpa suya. O lo culparán al cura también.”

“Casolati dijo que en la requisa de la celda se encontraron cuatro celulares y 5 mil pesos. Esto es absolutamente mentira. Lo dijo porque se le ocurrió. Así funciona su cabeza. No hay ningún registro en el penal.”

“El acusador Casolati se queja de envíos al penal con nafta de la Fundación, pero cuando tiempo atrás el padre envió sus camiones para llevarle madera a la unidad penitenciaria de San Martín, allí, como era de su conveniencia, no se quejó.”

“En la primera semana de julio dijo en un canal público que un preso tenía derecho a usar celular, porque, no olvidemos que él desempeñaba un cargo de defensa de los reclusos. Y luego se quejaba de que el padre use celular. Otra contradicción suya.”

 

La realidad de los chicos

“Se filman cosas que se sacaron de contexto y se hace una gran injusticia. Se está estigmatizando a los chicos de la Fundación. Ahora otros chicos los cargan como los que comen comida podrida. Algo que nunca pasó.”

“El presentar esta visión casi terrorífica de la Fundación mediáticamente hablando la lleva a posicionarse en el lugar que no tenía, injustamente. Todo fue preparado para apoderarse de la Fundación. Cosa que siempre se buscó."

 

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La reciente carta donde, dada la denuncia, la Fundación Banco de Alimentos cesa de donar para la Fundación “Felices los Niños”, sin embargo también dice: “La última visita a la  Organización Felices los Niños fue realizada el 14 de marzo de 2014.  Durante la misma se controló la despensa en la cual se guardan los alimentos y no se detectaron irregularidades”. Cualquier irregularidad posterior tenía a Casolati por responsable no al sacerdote. Lanata habla de deterioro evidente actual en cada rincón de las 68 Ha, sin quererlo, acusando Casolati, el responsable. Fotos del programa, del padre Grassi, de Juan Manuel Casolati y de Jorge Lanata.

Padre Grassi I

 

Ya que esta publicación católica es la única que ha defendido públicamente al sacerdote Grassi quiero escribir esta carta a sus lectores: creo en la inocencia de aquella causa que aún la Corte Suprema debe definir. Pero ahora se lo ha vuelto a destruir desde la mayoría de los medios de comunicación. Sí, se lo destruyó. Porque no se dio lugar a ningún tipo de oposición, a nadie se oyó dar explicaciones. Quedó como si el periodista Lanata y el  denunciante que salió de la misma Fundación estuvieran en toda la verdad. Pero yo me pregunto el motivo por el cual el sacerdote siguió durante casi un año manejando desde la injusta cárcel una institución en beneficio de otros. Romperse la vida para ayudar a otros.  ¿Cómo se lo puede acusar de mal manejo cuando se lo puso en la cárcel? Era más fácil renunciar y que se las arreglen. Pero el amor de los más de 30 mil jóvenes que pasaron por la institución lo anima a continuar aún en extremas condiciones. Si fuera un pedófilo, si fuera un ladrón de los chicos… nunca hubiera entregado su vida, su dinero, su libertad, su comodidad, por el bien de todos aquellos.

Edmundo Benítez - Ciudad de Buenos Aires - Argentina.

 

Padre Grassi II

 

Claro que entiendo las acusaciones a Grassi. Se quieren quedar con la Fundación. Tal vez este señor Juan Manuel Casolati que anda haciendo un viaje relámpago por los medios con tal de instaurar,  de la mano de “Clarín”, un show mediático que catapulte su persona como el mejor candidato. Recordemos que la credibilidad de “Clarín” respecto a Grassi no existe. Todas las acusaciones presentadas en el programa de 2002 se cayeron por sí mismas. Lo condenan por el testimonio de un joven que se fue de la fundación siendo amigo de Grassi varios años después del 2002 y hoy le conviene acusarlo. Si leen el caso, verán que el hecho grave que se le imputa tiene imposibilidad de haber sucedido. Por esto la Corte Suprema de Justicia aceptó revisar la sentencia condenatoria mientras no lo hizo con las sentencias absolutorias que quedaron confirmadas en su mentira. A lo que voy con esto es que “Clarín” no tiene autoridad moral para denunciar a Grassi, se sabe que en este tema ha faltado gravemente a la verdad infinitas veces. Y Casolati tiene pretensiones presidenciales… en la Fundación. Sí, el que fue puesto para mejorar la institución denuncia el mal estado al que él estaba llamado solucionar.

Agustina de Prietto - Pcia. de Buenos Aires - Argentina.

 

Fuente: DIARIO CRISTO HOY

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