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Juan Manuel Casolati organizó un “piquete” contra la interventora que él mismo trajo.

De la misma manera que un día Casolati se introdujo en la Fundación, supuestamente para apoyar al Padre Grassi mientras éste estaba detenido, inventando luego un  supuesto desvío de alimentos; ahora después de haber pedido la intervención de la Fundación, quiere denunciar a la interventora por la mala alimentación de los chicos y el incumplimiento de las promesas de un "buen salario a los empleados". Después del fracaso de su envestida inicial contra el Padre fundador de Felices los Niños, ya que los chicos están peor, todo está más sucio y reina el mal ambiente en la obra, ahora Casolati siendo él responsable, hace un "acting" para hacer creer a la gente que la culpa del desastre la tiene la interventora Natalia Gambaro, cuando en realidad EL ÚNICO RESPONSABLE Y CULPABLE ES JUAN M. CASOLATI. Para poder lograr su objetivo de desestabilizar a la interventora y ganar poder él, convocó a los directores de la Escuela de la Fundación Felices los Niños y a los empleados de maestranza, como así también a los que deben cuidar a los niños internos para hacer un piquete en la entrada de la Fundación e impedir que ingrese Natalia Gambaro. Ya estaba todo preparado para que esto sea el jueves  por la mañana pero alguien le fue infiel a Casolati y le informó a la interventora, quién denunció el hecho y se apersonó a la asamblea oculta que estaba realizando en el predio vecino a la Fundación perteneciente a Egidio Ricco (denunciado por estafa). Un oficial de justicia, acompañado por un patrullero y la misma Natalia Gambaro sorprendieron a Casolati y a los pobres directores de escuela devenidos ahora en piqueteros, quienes se quedaron helados. El oficial de justicia entregó un escrito a Casolati, quien lo recibió con manos temblorosas (desconocemos el texto) y la interventora le advirtió públicamente por incumplimiento de los deberes del funcionario público, ya que es secretario de un juzgado de ejecución penal y que a su vez le iba a iniciar juicio político en la Suprema Corte de la Provincia de Bs. As. Inmediatamente, Juan Manuel Casolati pensando en sí mismo y no en los chicos que decía defender suspendió el piquete y llamó a los medios que había convocado para que no se hicieran presentes. Esto muestra claramente que Juan Manuel Casolati solo se atrevió a patear la cabeza del Padre Grassi porque estaba caído, pero cuando alguien le pone los puntos da marcha atrás.

 

Noemí C.


 

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