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28 Sep

Piden pan, no le dan: DESAYUNO DE PAJARITO PARA CHICOS QUE NECESITAN CRECER

La interventora Natalia Gambaro y Juan Manuel Casolati el martes de la semana pasada y este viernes no dieron pan en el desayuno ni en ninguna comida a los niños.

 

Construir llevó 20 años y destruir llevó dos meses. Construir no ha servido. Destruir hace mucho ruido. Contemplar una construcción, aburre. Ver la caída de una gran construcción, llama la atención y lleva mucho público a la tribuna. Cuando Canal 13, la Fiscalía de Morón y Casolati armaron el cuentito del supuesto desvío de alimentos al penal de Campana sabían que iba a provocar mucho ruido: el ruido de la caída de una obra y sus donaciones, el ruido de una imputación infundada a una veintena de personas inocentes, pero el ruido fue también de la caída de servicios para los chicos: emergencias médicas, micros solidarios y gratuitos, gratuidad de las escuelas y el pan de cada día.

Lo concreto es que el viernes los chicos recibieron un frugal desayuno porque no se hizo pan en la fundación. Esto ya había ocurrido el martes anterior y semanas atrás. Se les dio en cambio un puñado de cereales y dos magdalenas. Antes los chicos se alimentaban con pan en todas las comidas. A ello se adicionaba facturas donadas por dos colaboradores y los fines de semana y feriados desayuno y merienda con facturas de la Fundación. A eso se sumaba también tortas, copitos de dulce de leche y tartas dulces en los cumpleaños y festividades.

Pareciera ser que en el ánimo de querer borrar el pasado, se termina destruyendo un proyecto solidario y de aprendizaje laboral como es el de la panadería “San Cayetano” de “Felices los Niños”. Como consecuencia, los damnificados son los chicos. Es que para llevar adelante una Fundación, hay que “gestionar y gestionar” y no esperar todo del Estado.

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