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14 Sep

LA ESTAFA MEDIATICA DE JUAN MANUEL CASOLATI

Nada de lo que el mostró y afirmó en los medios era cierto. Todo fue una maniobra para quedarse con la Fundación Felices los Niños.

 

Juan Manuel Casolati utilizó la televisión para apoderarse de la Fundación Felices los Niños. Quiso hacer creer a la gente que en esta institución había tan solo 50 chicos y les puso imágenes de una supuesta despensa vacía contrapuesta a la de un camión que llevaba los alimentos de los niños a los presos. Para agravar sus dichos, filmó una habitación en desuso en la que había un agujero en cielorraso, siendo que los lugares que están utilizando los niños están en perfectas condiciones. Sin ninguna prueba y solo con suposiciones hizo una denuncia penal a los principales referentes, a los donantes y colaboradores de la Fundación, lo que provocó en ellos indignación y el corte de sus ayudas. La Fiscalía de Morón, liderada por el Juez de la dictadura Nieva Woodgate, ordenó los allanamientos veinte minutos antes del programa periodístico Periodismo para Todos, que iba a denunciar estas supuestas irregularidades. Lo que queda claro es que desde la Fiscalía trabajaron para la televisión y no para la Justicia. Con esta acción, destruyeron dos centros de recaudación importantísimos para sostener la obra. El pedido de Casolati era “fíjense si encuentran algún delito”, sin aportar nada en concreto y solo acusando desde su imaginación. Casolati, pretendió manejar la Fundación con mentalidad de merendero y haciéndola depender absolutamente de los fondos del Estado. Pero su arremetida no tenía en cuenta ni a las escuelas ni a los dos mil niños y jóvenes que asisten en ella, ni a los hogares de día del Gran Buenos Ares y Capital Federal y menos aún  las obras del interior del país. No solo la despensa de la Fundación estaba llena de alimentos sino que la Fundación Banco de Alimentos comunicó públicamente que el 14 de marzo de este año hizo una inspección en los depósitos de comida y cámaras frigoríficas de la obra sin encontrar ninguna irregularidad. Así, las mentiras de Casolati se comenzaron a develar, aunque el Grupo Clarín y sus aliados intentaron callar. El día anterior al programa de Lanata, el mercado de Beccar había llenado de verduras, frutas y pollo el depósito de alimentos de la Fundación. Casolati fotografió de esa entrega solamente un cajón de repollo diciendo a los televidentes falsamente que eso era lo único que tenían para comer. También se olvidó de fotografiar la cámara de congelados donde había: 10 cajas de pizzas Sibarita, 25 cajas de medallones de pollo con jamón y queso, formitas de pescado, croquetas de papa con jamón y queso prefritas, carne de cerdo en abundancia, 6 ganchos de chorizo, donados por el hermano del padre Grassi, y vacío que los niños comieron en asado el mismo domingo. Súmase a esto, abundantes salchichas, crema en saché y ricota, donadas por supermercados Día. Claro que la actitud insidiosa de Casolati llevó a fotografiar solamente unos potes de Mendicrim vencidos que cuidadosamente había guardado para este evento periodístico, en el que, si Jorge Lanata tuvo buena fe, también lo estafó a él.

 

Noemi Laura María Calcerasa.

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